Cuando no es el veto migratorio, las críticas a la prensa o las acusaciones de "politizados" a los jueces estadounidenses, la familia de Donald Trump sigue siendo la protagonista indiscutible del día a día del país.

Y uno de los miembros más destacados a la hora de dar que hablar es, sin duda, la hija mayor del magnate, Ivanka Trump, a la que algunos señalan ya como la auténtica primera dama, mientras su madrastra, Melania, permanece a la sombra.

La joven, muy aficionada a las redes sociales, ha vuelto a sembrar la polémica la subir una foto que muchos consideran inadecuada para la hija de un presidente, a la que acusan de extenderse en sus funciones, en principio como asesora principal de su padre.

Esta vez, la imagen de Ivanka Trump está tomada en el despacho oval, pero no acompañando a su padre. Al contrario, es el presidente estadounidense y su homólogo canadiense, el primer ministro Justin Trudeau, quienes escoltan a la mujer, sentada en el mismísimo escritorio presidencial.

Ivanka acompaña la imagen con un texto aclaratorio: "Una gran discusión con dos líderes mundiales sobre la importancia de que las mujeres también se sienten a la mesa".

Aunque han sido muchos sus detractores, también hay opiniones que apoyan a la joven, destacando el papel que juega como mujer de negocios y considerando su gran y buena influencia para los jóvenes.

No es la primera vez que la hija mayor del magnate, que ejerce de asesora con despacho propio en la Casa Blanca, es cuestionada por extralimitarse en sus funciones. En la práctica es la que acompaña a su padre en los viajes oficiales.

Incluso, asesores del presidente se han posicionado para defender los intereses de Ivanka, como cuando una cadena de ropa decidió dejar de vender su marca, y miembros del gabinete presidencial hicieron un llamamiento a los estadounidenses para que no dejaran de comprarla.