Una crema de afeitar, el líquido friegasuelos, el ambientador... Seguro que, si lo pensamos, podemos citar más de diez productos químicos presentes en nuestro hogar.

Unos elementos que nos hacen la vida más fácil, pero que la pueden dañar e, incluso, poner en peligro si no se toman las precauciones adecuadas para su utilización.

Como regla general, es conveniente leer atentamente las instrucciones de conservación y uso impresas en los envases, además de mantener estos productos siempre fuera del alcance de los niños. Asimismo, hay que controlar las fechas de caducidad y no almacenar ninguno de estos productos en envases diferentes de los originales, lo que podría hacer que los tomemos por lo que no son.

Los productos que sean altamente tóxicos están identificados en su envase por una calavera y dos tibias cruzadas o una cruz negra sobre fondo amarillo o naranja. Sin embargo, otros que parecen inofensivos pueden tener consecuencias graves si se ingieren o entran en contacto con la piel o las mucosas.

Cuidado con...

Limpiadores.- Nunca se deben mezclar productos. Se deben utilizar siempre los equipos de protección recomendados en cada caso (guantes, cepillos, etc.).

Medicinas.- Al contrario de lo que se hace habitualmente, no se deben almacenar en el baño o la cocina, ya que los cambios de humedad y temperatura pueden afectar a sus propiedades. No las tome delante de los niños, ya que tienden a imitar a los adultos.

Cosméticos.- Especialmente tóxicos resultan los esmaltes y las lacas.

Fertilizantes.- Los gases que desprenden pueden resultar tóxicos en altas concentraciones. Si se han echado recientemente, es conveniente ventilar la habitación.

Pesticidas.- Los aerosoles contra insectos son literalmente veneno. Hay que tener especial cuidado con ellos. El mejor momento para usarlos es cuando vamos a pasar unas horas fuera de casa.

En caso de intoxicación...

Las sustancias tóxicas pueden penetrar en el organismo a través de la boca, de las vías respiratorias y de la piel. Sea cual sea la vía, ante una intoxicación lo primero que hay que hacer es lavar con abundante agua fría la zona afectada. El propio envase del producto puede ofrecer algún método de alivio. Una vez calmado el escozor, hay que avisar a los servicios de urgencia o al Instituto Nacional de Toxicología (91 562 04 20, atiende las 24 horas del día), indicando el producto que ha causado el daño.