Un juez aplaza 24 horas la detención del agresor de la joven ecuatoriana

Argumenta que la petición de arresto de la Fiscalía llegó «fuera de hora». Sergi Xavier podría ingresar en prisión.
Sergi, el autor de la agresión. (EFE)
Sergi, el autor de la agresión. (EFE)
Sergi, el autor de la agresión. (EFE)

«La petición del fiscal entró en el juzgado de guardia fuera de horas», así explicaba ayer una portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña la razón por la que el Juzgado de Sant Boi no había arrestado aún al joven que agredió el pasado 7 de octubre a una menor ecuatoriana en un tren de los Ferrocarriles de la Generalitat, a pesar del riesgo de fuga expuesto por la Fiscalía de Barcelona.

El Tribunal dijo que el magistrado encargado del caso resolverá hoy la petición de la Fiscalía de detener al agresor después de que declare la menor agredida, que también será sometida a un reconocimiento médico, tanto físico como psicológico.

El ingreso en prisión del joven tendrá lugar si la joven ratifica ante el juez las amenazas y expresiones racistas que le profirió. La Fiscalía tiene intención de imputar al atacante dos delitos, uno por trato vejatorio y otro por lesiones, por los que podría  enfrentarse a dos años de cárcel.

El joven, por su parte, atendió ayer en su domicilio a algunos medios de comunicación a cambio de dinero, después de haber tomado unas cervezas con unos amigos. «¿No tenéis un bazuca? ¡Qué vengan a detenerme!», decía.

Por otra parte, las distintas asociaciones de inmigrantes ecuatorianos en España han convocado para el próximo sábado manifestaciones en varias ciudades del país para protestar por la agresión.

Una boliviana ha denunciado a un agente de la Policía Local de Vigo, acusándolo de coacción, agresión y racismo. La mujer había sido detenida, junto con su esposo y una hermana, en el bar que regentan, acusados de desobediencia, resistencia y atentado a la autoridad.

«Me vio sola y descargó su rabia»

La joven agredida, que hasta ahora se había mantenido encerrada en casa por miedo, hizo ayer sus primeras declaraciones. «No me explico por qué reaccionó así, de esa manera. Se subió al tren y venía hablando por teléfono, me vio que estaba sola y empezó a descargar su rabia. Se ve que es un racista. No paraba de llamarme inmigrante». La joven admitió además que no reaccionó ante los golpes e insultos, porque «estaba muy nerviosa y aún lo sigo; no quiero recordar nada de eso».

Si quiere ver el vídeo completo de la agresión www.20minutos.es

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