CSIF advierte sobre "la alarmante pérdida de empleo en el Servicio Riojano de Salud (SERIS), tanto en Atención Primaria y como Especializada, y en todas las categorías sanitarias". A la denuncia de la falta de celadores en el Hospital San Pedro la semana pasada, el sindicato "alerta ahora de esta nueva merma de cuatro médicos de refuerzo en el Centro de Salud de Calahorra".

"Esta preocupante disminución de médicos en Calahorra, no sólo pone en riesgo la atención sanitaria

de una población con más de 24.000 habitantes, sino que también carga de trabajo a los profesionales de la salud que durante meses van a tener que suplir la falta de una plantilla adecuada a la segunda ciudad más poblada de nuestra región". Sin olvidar que La Rioja Baja "también sufre la epidemia de gripe que exige una mayor demanda asistencial".

En opinión de CSIF, "la visión idílica de los responsables del SERIS no corresponde con la realidad. La exigua plantilla del Centro de Salud de Calahorra tiene que cubrir ahora, además de sus habituales tareas, las guardias de los sábados,domingos y festivos que realizaban hasta ahora estos cuatro médicos de refuerzo que han desaparecido".

Las condiciones laborales de estos trabajadores "han sido modificadas de manera sustancial sin que el SERIS haya tenido la más mínima deferencia, incumpliendo con la obligación de negociar en los ámbitos que prevé

el Estatuto Marco".

Gran parte de estos profesionales obtuvieron su plaza a finales de septiembre de 2016, fruto de un concurso de traslados. "Cuando ocuparon su puesto, tenían unas condiciones de trabajo que ahora han sido modificadas sustancialmente sin que haya mediado negociación alguna".

CSIF denuncia "la falta de previsión en política de personal en el SERIS que roza la temeridad. Esta escasez de médicos en Calahorra no es nada nuevo. Esta situación se ha reiterado en diversos momentos desde 2008. Una situación que se ha ido agudizando y que si no ha tenido peores consecuencias que los retrasos en las listas de espera, ha sido gracias al compromiso y dedicación personal de los trabajadores del Centro de Salud de esta ciudad riojabajeña".

El problema radica en que "el personal sanitario calagurritano tiende a emigrar a otras zonas de salud de La Rioja o de comunidades limítrofes que ofrecen mejores condiciones laborales".

Con todo ello, finalizan, "el SERIS debería de realizar un esfuerzo por dotar a las plantillas del personal suficiente y mejorar sus condiciones de trabajo para que a estos profesionales les resulte atractivo seguir trabajando en Calahorra". En cambio, hasta ahora la política del SERIS ante la falta de personal "ha sido dejar que los trabajadores se las apañen como fuere y a costa de su esfuerzo personal. Un despropósito".