El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Miguel Valor, afirmó hoy que los informes realizados en la cara del moro del Monte Benacantil revelan que su situación es "más leve de lo que se creía", y anunció que la próxima semana se dará a conocer la empresa que llevará a cabo los trabajos de georrestauración, que durarán alrededor de cuatro meses y tendrán un coste de 255.550 euros.

Miguel Valor dio a conocer hoy el informe realizado por la empresa Altur, junto al arquitecto encargado del diagnóstico del monte, Màrius Bevià, y el arquitecto del Ayuntamiento de Alicante, Jaume Giner.

El concejal destacó que el "mal que sufre la cara del moro es más leve de lo que creíamos", lo cual es "una buena noticia". A este respecto, resaltó que han sido detectadas 40 grietas, de las que ocho son consideradas "algo más preocupantes".

No obstante, indicó que se trata de grietas antiguas y que el informe no aporta datos que pudieran hacer pensar en movimientos recientes.

Ocho grietas preocupantes

Por su parte, Màrius Bevià explicó que el frente de la cara del moro se ha dividido en cinco zonas para acotar el ámbito de actuación. En total, según dijo, hay 40 grietas, de las cuales "ocho son algo más preocupantes".

Además, según dijo, "todas son grietas antiguas y no se ha detectado ningún movimiento reciente, sino que son grietas que están ahí desde que se hizo la voladura de la mina, en el año 1709" y otras que se producen "por deterioro de la masa rocosa, por su composición arenisca", lo cual "facilita que se produzcan estas grietas".

Así, el arquitecto expuso que las causas del deterioro de esta parte del Monte Benacantil responden a: la propia composición de la roca, a su colocación y a causas ajenas, como explosiones o meteorológicas, ya sean lluvias o temblores de tierra, entre otras.

Esta situación, según Bevià, "viene desde por lo menos hace tres siglos" y forma parte del "proceso natural de degradación del monte" por sus características. Por ello, defendió la intervención de georrestauración en la cara del moro porque "el emblema más importante y significativo de la ciudad es el castillo y su cara".

A partir de ahí, el arquitecto explicó que los trabajos consistirán en "inyectar, coser y buronar" la roca, con el fin de "conservarlo todo conforme está" o "reconstruir" cualquier fragmento que pueda desprenderse.

Trabajos

Los trabajos tendrán un coste de 255.500 euros y se encargarán a una empresa especializada de georrestauración, todavía por determinar, pero que podría darse a conocer la próxima semana. Además, se tramitará por vía de urgencia, con el fin de que la restauración, que durará unos cuatro meses, pueda empezar "lo más pronto posible".

De este modo, Bevià precisó que el buronado es una perforación en la roca de unos 125 milímetros, en la que luego se introduce hormigón o una lechada de cal, con varillas de acero inoxidable o de fibra de carbón para conformar una armadura resistente. Al final se implanta "una rosca que, como si fuera un tornillo, se enrosca a la piedra" y la fija.

En los casos de las fisuras de menor importancia, se harán cosidos con taladradoras y varillas de acero inoxidable, de fibra de carbono o fibra de vidrio se inyectará con una resina y se coserá. Así mismo, añadió que se van a inyectar morteros en las juntas para unir las piedras. En algún caso, apuntó la posibilidad que "primero haya que inyectar, luego coser y luego buronar, depende de la naturaleza de cada roca se tendrá que hacer una actuación determinada".