El polémico Sessions supera la oposición demócrata y se confirma fiscal general de EE UU

  • Conocido por sus posturas antiinmigración, contra el aborto y el matrimonio gay.
  • Se le considera el precursor del movimiento populista al que Trump ha dado voz.
  • “Necesitamos un fiscal general que se enfrente al presidente y le explique la constitución. Ese no será Jeff Sessions" ha dicho Bernie Sanders.
Jeff Sessions se convierte en fiscal general de EE UU.
Jeff Sessions se convierte en fiscal general de EE UU.
EFE
Jeff Sessions se convierte en fiscal general de EE UU.

El polémico senador republicano Jeff Sessions, conocido por sus posturas antiinmigrantes, consiguió este miércoles la confirmación de la Cámara Alta estadounidense para convertirse en el próximo fiscal general de Estados Unidos durante el Gobierno de Donald Trump.

Con 52 votos a favor y 47 en contra, Sessions fue confirmado por fin para estar al frente de la Justicia de EE.UU. tras un largo y duro debate en el pleno, en el que los republicanos forzaron a callarse a la senadora demócrata por Massachusetts Elizabeth Warren por sus críticas contra Sessions.

El senador por Alabama, de 70 años, ya había sufrido varios retrasos en su confirmación forzados por los demócratas tras la polémica levantada por el despido fulminante de la fiscal general en funciones, Sally Yates, después de que ella considerase ilegal el veto de Trump.

Los republicanos acusaron a los demócratas de tratar de socavar a Trump al intentar tumbar a sus nominados para el Gabinete presidencial, y es que el partido opositor está retrasando todo lo posible las votaciones sobre los nombramientos, los más polarizados de la historia.

“Necesitamos un fiscal general que se enfrente al presidente y le explique la constitución" ha escrito en Twitter el senador y excandidato presidencial Bernie Sanders. “Jeff Sessions no será esa persona”.

"Ciertamente necesitamos un fiscal general que resista a ese presidente" y Sessions no cumple esa condición, pues "si se puede decir una cosa sobre él es que no es independiente de Donald Trump", se pronunció en la misma línea el líder de la minoría del Senado, el demócrata Chuck Schumer.

"Lo que hemos visto es un presidente que menosprecia a los jueces cuando no están de acuerdo con él", dijo. "Un presidente que está dispuesto a sacudir las raíces de la Constitución y una de sus premisas fundamentales (la libertad religiosa)" dentro de sus primeras semanas en el cargo, agregó.

El difícil camino de confirmación del senador por Alabama, dado su extremismo en asuntos migratorios y femeninos, se logró finalmente. Para mostrar su oposición, como hicieron con la ya secretaria de Educación, Betsy DeVos, los demócratas dieron un maratón de discursos en contra de la candidatura de Sessions, aunque solo ha tenido un efecto simbólico.

Extremista y "precursor" de Trump

Sessions ha sido el precursor del movimiento populista al que Trump ha dado voz, según reconoció en una entrevista con el diario Político en junio Steve Bannon, estratega jefe del mandatario.

"Ya fuese con el tema del comercio, de la inmigración o del Islam radical, Jeff Sessions ha sido el líder del movimiento, muchos años antes de que Donald Trump entrara en escena", dijo Bannon. En numerosas ocasiones, el millonario neoyorquino ha expresado admiración por Sessions y sus propuestas para endurecer las leyes migratorias y crear una política de mano dura contra el crimen.

Ya en el Senado, Sessions fue una de las voces más beligerantes contra los proyectos legislativos que debatió el Congreso en 2007 y 2013, con el fin de abrir un camino a la ciudadanía para parte de los 11 millones de indocumentados que se calcula que viven en el país.

En sus audiencias de escrutinio en el Senado, Sessions llamó "amnistía" al programa de Acción Diferida (DACA), proclamado por decreto en 2012 por el presidente Barack Obama y que ha permitido frenar la deportación de 750.000 jóvenes que llegaron al país de niños y son conocidos como "dreamers" (soñadores).

Trump ha prometido usar su poder Ejecutivo para derogar ese plan migratorio y Sessions ha asegurado que respaldará su eliminación y la defenderá como nuevo fiscal general de EEUU.

Más allá de la inmigración irregular, el nuevo fiscal general se ha mostrado en contra de conceder visados a extranjeros para trabajar en puestos de alta calificación porque, a su juicio, esa política impacta negativamente en los salarios de los estadounidenses y les priva de millones de puestos de trabajo.

Aborto, gays y KKK

Inamovible, Sessions defendió en el Senado cada una de sus ideas: su oposición al aborto y al matrimonio homosexual, así como su propuesta para endurecer los controles a los refugiados e instaurar una política de mano dura para acabar con las pandillas violentas y los carteles del narcotráfico.

Sin embargo, los demócratas del Senado cuestionaron a Sessions por su etapa como fiscal para el distrito sur de Alabama (1981-1993), cuando fue acusado de hacer comentarios racistas, bromear sobre el Ku Klux Klan (KKK) y perseguir judicialmente a los defensores de los derechos civiles de los afroamericanos. "Aborrezco al Ku Klux Klan, lo que representa y su odiosa ideología", se defendió Sessions durante las audiencias.

Esas acusaciones ya le impidieron alcanzar en 1986 el cargo de juez de la corte del distrito Sur de Alabama, puesto para el que le había nominado el entonces presidente del país, Ronald Regan.

Sessions había apostado durante años por un Partido Republicano alejado de los grandes negocios y convertido en la voz de las preocupaciones y deseos de los trabajadores estadounidenses.

Sus propuestas fueron condenadas al ostracismo. Pero ahora, con el respaldo de Trump, Sessions podrá cumplir su sueño y poner las leyes migratorias al servicio de los estadounidenses de "raza" y no de los intereses de las grandes corporaciones interesadas en mano de obra barata.

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