El texto aprobado establece que el Ayuntamiento de Pamplona manifiesta su "rechazo" ante "la práctica cultural nociva de la mutilación genital femenina, considerándola una violación de los derechos humanos de mujeres y niñas, y una expresión de desigualdad entre los sexos, destinada a mantener y reforzar el sistema sexo-género que establece la inferioridad de las mujeres frente a los hombres".

Además, se compromete a avanzar en "la prevención, detección y erradicación de la mutilación genital femenina en colaboración con los organismos especializados, a conocer y promover los instrumentos legales, tanto a nivel internacional, como nacional y autonómico que existen para conseguir erradicar esta práctica, así como apoyar el trabajo que las entidades especializadas en el tema están realizando en Navarra, y a reconocer y respetar el empoderamiento de las mujeres africanas en Pamplona, garantizando sus derechos en igualdad de condiciones que el resto de la ciudadanía".