Concretamente, el programa trabaja para que los menores de entre 0 y 18 años en situación de pobreza o exclusión social tengan "las mismas oportunidades que el resto de niños". Así, el objetivo de CaixaProinfancia es "romper el círculo de pobreza que se transmite de padres e hijos y promover acciones enfocadas al desarrollo social y educativo, tanto los más pequeños como de sus familias".

De este modo, las iniciativas van desde el refuerzo educativo a través de la atención en logopedia, psicomotriz, grupos de estudio asistido, refuerzo individual, equipamiento escolar y aula abierta hasta la educación no formal y tiempo libre mediante campamentos y actividades de verano y centros abiertos.

Asimismo, también ofrece apoyo educativo familiar con talleres educativos familiares y centro materno; atención y terapia psicosocial personalizada o con familias y talleres terapéuticos grupales y promoción de la salud a través de la alimentación e higiene infantil.

CAIXAPROINFANCIA

CaixaProinfancia, en marcha desde 2007, ha ofrecido apoyo a 2.250 familias valencianas en 2016, dando respuesta a sus necesidades y ha destinado un presupuesto de 3.510.969 euros a su desarrollo en Valencia y área metropolitana.

Además de Valencia, el proyecto se desarrolla en las principales ciudades españolas, como Barcelona, Madrid, Bilbao, Málaga, Murcia, Palma, Sevilla, Zaragoza, Santiago de Compostela o Santa Cruz de Tenerife, entre otras. La previsión es que este año el programa amplíe su ámbito de actuación a más zonas y/o barrios desfavorecidos de ciudades del territorio español.

CaixaProinfancia cuenta con la colaboración de más de 400 entidades sociales que trabajan en red y que se encargan de atender de manera directa las familias, priorizar las ayudas y hacer el seguimiento de cada caso. En Valencia, el programa dispone de 28 entidades colaboradoras coordinadas por Cáritas Diocesana de Valencia, Save the Children Valencia y Secretariado Gitano.

Todas estas organizaciones actúan con la premisa de que los niños y niñas de hoy son los adultos que formarán la sociedad de mañana, por lo que la atención a la infancia es determinante para conseguir su bienestar, pero también para construir una sociedad más justa, equitativa y cohesionada.