"Me había rendido. Mi desorden alimenticio había tomado el control y quería morir". Con este duro mensaje, Connie Inglis cuenta a través de Instagram cómo se sentía hace justamente un año, cuando llegó a tener que ser ingresada por la anorexia que sufría. Esta joven británica ha querido lanzar ahora un mensaje positivo para mostrar que se está recuperando, para animar a otras personas que se encuentren en su situación a valorarse y para afirmar "que es posible recuperar la felicidad".

Connie ha difundido multitud de fotos y grabaciones a través de sus redes sociales, según recoge el diario Daily Mail. En ellas muestra feliz, posando sin ningún complejo. En una de las imágenes se ve claramente la positiva evolución que ha experimentado: a la derecha aparece hace justo un año, en el hospital, extremadamente delgada y con semblante muy serio; a la izquierda sale tal y como se encuentra hoy, después de haber recuperado peso y muy sonriente.

La joven asegura que estar rodeada de la gente que la quiere, como sus padres, su novio y sus amigos, le ha dado fuerzas para luchar contra la enfermedad. Una enfermedad en la que cayó hace diez años y que la llevó al hospital hasta en tres ocasiones.

Ella cuenta que durante todo este tiempo ha pasado por los peores momentos de su vida pero quiere dejar claro que, pese a que aún pasa por días malos, ha aprendido a quererse y a reconocer que la búsqueda de un cuerpo perfecto nunca la hizo feliz. "Aceptarme a mí misma sí lo ha hecho", añade.

Connie también ha querido utilizar las redes sociales para recaudar dinero para una organización que ayuda a personas con trastornos alimenticios.