Uno de cada diez gallegos sufrirá depresión a lo largo de su vida; en concreto, el 10,5%, lo que supone que esta dolencia afectará a más de 290.000 personas.

De hecho, se calcula que en el último año la han padecido más de 100.000 gallegos. Así lo desvelaron ayer los responsables del taller Cómo entender la depresión, que se impartió en Compostela.

Según explicó Antonio González, facultativo de Atención Primaria, el 14% de los pacientes que acuden al médico de cabecera presentan un cuadro depresivo. Subrayó, asimismo, que la mitad de las personas que sufren esta dolencia no son diagnosticadas y solamente un tercio recibe el tratamiento adecuado.

Los gallegos a los que sí se les dictamina una depresión suelen ser tratados por su médico de cabecera. Es así en ocho de cada diez casos. Los restantes, los más graves, son derivados al especialista, porque el paciente no responde al tratamiento y presenta riesgo de suicidio.

Casos graves

El jefe de la Unidad de Hospitalización de Agudos del complejo hospitalario Juan Canalejo, Manuel Serrano, señaló que la depresión «cuanto más altera el funcionamiento de la vida cotidiana, más grave es».

Los responsables de este taller abordaron también la situación a nivel provincial e informaron de que la depresión afectará a unos 119.000 coruñeses, a casi 100.000 pontevedreses, a 37.000 lucenses y a 35.000 ourensanos.

Asimismo, explicaron que hasta los 60 años la padecen más mujeres que hombres. A partir de esa edad se equiparan.

También subrayaron la necesidad de distinguir depresión de otros trastornos, como el síndrome posvacacional. «No es una enfermedad, sino un estado de ánimo», dijo Serrano.

Con todo, afecta al 35% de los trabajadores.

Baja laboral en todos los casos

«En los tres primeros meses no está en condiciones de trabajar», con este argumento el médico Antonio González defendió la necesidad de que una persona con depresión tenga una baja laboral. Tanto él como Manuel Serrano aseguraron que debe darse en todos los casos.

De hecho, explicaron que en un 70% de los casos de «depresión enmascarada» los enfermos reciben la baja por otro motivo «hasta que se acierta con el diagnóstico», según el médico del Juan Canalejo.

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