El pederasta confeso Joaquim Benítez, exprofesor de los Maristas de Sants de Barcelona, ha dicho que los Maristas "conocían esta debilidad" que tenía, pero que pensaron que era una "situación pasajera".

En una entrevista publicada en El Periódico cuando se cumple un año del escándalo, Benítez da su versión de lo que pasó durante los 34 años que fue profesor de educación física en esta escuela.

Ha asegurado que, alrededor de 1990, a raíz de la queja de una familia, la dirección del centro lo convocó, le dio un toque de atención y le dijo que tenían que tomárselo como una cosa importante.

Tras la reunión, en la que, según Benítez, estuvo el director del centro y el director de la comunidad de los Maristas, perdió "tres o cuatro meses de sueldo" y, según explica, no cotizó a la Seguridad Social durante un año y cree "que fue por ese caso".

Benítez, que está a la espera de juicio, ha explicado que los Maristas pensaron que lo suyo "era una situación pasajera", porque acababa de romper con su novia, y le dijeron que una cosa así no podía volver a pasar.

También ha asegurado que no hubo más avisos y que mantuvo su despacho, en el que abusaba de sus alumnos, lo que ahora reconoce fue un "error brutal".

Benítez, que explica en la entrevista que los abusos sexuales que sufrió siendo menor le marcaron, ha dicho que está deseando que llegue el juicio para pagar por lo que ha hecho, que es una "persona nueva" y que es consciente de que es culpable de "una cosa muy bestia", pero que, desde que salió del colegio, no ha tocado a "nadie más".