Los hechos se remontan a abril del pasado año. Durante varios meses el procesado sometió a su pareja, con la que mantenía una relación afectiva desde 2010, a una pluralidad de agresiones físicas, insultos y desconsideraciones cada vez que la visitaba en su vivienda, en Cartagena.

A finales de julio del pasado año, tras propinarle golpes en su habitación, la agarró fuertemente del cuello sin que le ocasionara lesiones. Durante la madrugada del 31 de julio y tras haber permanecido ambos en un local, éste le propuso enseñarle su camión y se inició entonces una discusión sobre ir a Cala Cortina, algo a lo que se negaba su pareja.

En ese momento, el procesado la encerró en su camión a oscuras y sin teléfono. Horas más tarde y tras intentar escapar la víctima, éste le propinó diversos golpes, le tiró varias botellas de cristal y aprovechando que estaba en el suelo, le pisó una mano y le amarró fuertemente al cuello una puerta que se encontraba sujeta por el otro extremo a la pared del camión.

El acusado le ocasionó erosiones y heridas varias en el cuerpo que le supusieron 20 días de curación, 10 de ellos impeditivos.

Para el fiscal, los hechos son constitutivos de un delito de malos tratos habituales en el domicilio de la víctima, dos delitos de malos tratos y un delito de detención ilegal con la agravante de reincidencia en los delitos de malos tratos y detención ilegal.

Por ello, pide casi 9 años de prisión, así como seis años de privación del derecho a la tenencia y porte de armas y 14 años de prohibición de comunicación y aproximación a menos de 300 metros de la víctima por el total de estos tres delitos. Asimismo, deberá indemnizar a la víctima en 70 euros por día de incapacidad y en 40 por día de curación no impeditivo y secuelas.