El Ayuntamiento de Burgos ofertó 8 plazas de bombero a las que se presentaron 62 candidatos. La selección consistía en cuatro pruebas: de cultura general, de ortografía, problemas y conocimiento de la ciudad, todas ellas eliminatorias.

Todos los candidatos pasaron el primer examen de cultura general pero 38 de ellos no superaron la prueba de uso correcto de ortografía. Así, más del 60% de los candidatos ya no se pudieron presentar a la evaluación de problemas matemáticos relacionados con las actuaciones habituales de los bomberos ni  a la prueba sobre el conocimineto de la ciudad y callejero.

Según explicó el Diario de Burgos, algunos de los errores que cometieron los opositores al interpretar un dictado fueron: "El exclavo murió de axfisia alcoholizado sin fuerza de voluntad para estirpar de su vida tan esagerado vicio" ("El esclavo murió de asfixia alcoholizado sin fuerza de voluntad para extirpar de su vida tan exagerado vicio") o "Saúl se hayaba en la cocina rellenando los ojaldres recién horneados, cuya receta había hechado en el olvido" ("Saúl se hallaba en la cocina rellenando los hojaldres recién horneados, cuya receta había echado en el olvido").

Tras los resultados, el jefe en funciones del parque de Bomberos de Burgos, Julio Estébanez, calificó este resultado como "lamentable" por considerar que el nivel exigido no era alto, sino que era el correspondiente "al nivel de ESO".