En declaraciones a los periodistas, la primera edil ha resaltado que "se trata de no perder de vista que un pueblo que olvida su pasado está condenado a poder repetirlo", de modo que "era obligado tener este homenaje, igual que lo hacen otras muchas ciudades en este 27 de enero, que tiene que estar recordado, con una causa más que justa", ante "la barbarie" a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, con "una insistencia totalmente radical y fascista que se llevó por delante la vida de muchos hombres, mujeres y niños, por su condición como judíos o gitanos".

Además, Ambrosio ha aseverado que con este acto "no se hace justicia definitivamente", puesto que "hay un movimiento memorialista importante en esta ciudad y en esta provincia, que de alguna manera recuerda la obligación de saber interpretar bien el pasado para conocer mejor el presente, y poder de alguna manera explorar y abrir oportunidades en el futuro".

Por tanto, ha comentado que el día 5 de mayo se colocará una placa conmemorativa con "el nombre de todos los cordobeses y cordobesas que fueron fruto del exterminio y perdieron su vida en defensa de la libertad", ante lo cual ha recordado a quienes lucharon por "un sistema democrático, como era el de la República, que siguieron estando perseguidos y represaliados y terminaron precisamente exterminados, como otros muchos europeos".

Mientras, la alcaldesa ha argumentado que "la ciudad se podrá acostar más tranquila si se hace memoria y justicia con los cordobeses que perdieron la vida y dieron tanto por que hoy se pueda disfrutar de un sistema de libertad y democrático, donde sin rasgarse las vestiduras, hay que mirar hacia atrás para poder interpretar lo que viene por delante".

De igual modo, la regidora ha expresado que "hay que aprender de cómo en un momento de nuestra historia no fuimos capaces de convivir y respetarnos, para aprender a convivir y respetarnos en democracia", algo que "intenta hacer la ciudad en una acción que fue aprobada por unanimidad hace dos años por el Ayuntamiento", ha destacado.

LAS VÍCTIMAS

Por su parte, Luis Naranjo ha manifestado que se sienten "muy agradecidos", porque "cada vez que se hace un homenaje como este se recupera la memoria", teniendo en cuenta que es "un compromiso adquirido en enero de 2015 por la anterior Corporación Municipal".

A su juicio, "si alguien merece el nombre de héroes fueron ellos, porque comenzaron luchando contra el fascismo en Córdoba, en las campiñas cordobesas y en el norte de la provincia, así como en Madrid, en Guadalajara y en Teruel; huyeron perseguidos por las tropas fascistas por el Pirineo Catalán".

Igualmente, ha añadido que "aguantaron la humillación de los campos de refugiados franceses; se encuadraron en los batallones de trabajo del ejercito francés para seguir luchando contra el fascismo, pero allí fueron detenidos y deportados a campos de concentración y exterminio, donde murieron muchos y resistieron dentro del propio campo".

En definitiva, ha indicado que este acto es "muy importante y un paso clave en la recuperación de la memoria, pero la verdad y la reparación de estas víctima exige algo más, como un monumento memorial", que espera que para mayo esté en este mismo sitio, con un listado nominal de víctimas, porque "es una forma de exhumar su memoria y de hacer justicia al menos simbólica", a la vez que requieren "una placa del contexto histórico que explique que lucharon como antifascistas", ha defendido.

Según ha precisado, "un tercio de los cordobeses sobrevivió, algunos de ellos quedaron en Francia, otros pasaron a la clandestinidad y siguieron luchando contra el fascismo y todavía queda algún superviviente". En total fueron 344 personas, siendo "Córdoba la provincia que más deportados a Mauthausen tuvo de toda Andalucía", y de los que "dos terceras partes sucumbieron en los campos de exterminio", ha apuntado Naranjo.