La autovía de Sevilla a Utrera ni siquiera está terminada –falta el último tramo, el más próximo a esta localidad de la campiña– y el colapso que sufre aumenta con el paso de los meses. En tan sólo un año se ha multiplicado por tres el número de vehículos que soporta la A-376 en su salida de la capital hispalense.

Sus primeros kilómetros, que pasan junto a la barriada de Montequinto, se han convertido en uno de los accesos más saturados de la ciudad, soportando retenciones de más de dos kilómetros casi todos los días. Concretamente son ya casi 85.000 los vehículos diarios que pasan por este tramo de la autovía, según los datos del último mapa de aforos de la Junta (ver gráfico). El año anterior, 2005, no llegaban a los 30.000 diarios de media.

Por esta razón, la Consejería de Obras Públicas y Transportes ha decidido ampliar los dos carriles por cada sentido que tiene esta vía en los primeros kilómetros de la autovía.

Pasará a tener cuatro por cada sentido hasta el kilómetro 1,3, donde se reducirán a tres hasta la salida hacia Montequinto. Desde allí ya se reducirá a dos. La Junta ha licitado este proyecto hace justo una semana.

Otra de las carreteras del sur de la provincia donde más ha aumentado el tránsito de coches es en la A-392, que une dos de los municipios con más peso: Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra.

El tráfico de vehículos por sus carriles ha subido hasta un  17% en 12 meses. Mientras que en el año 2005 circulaban por esta carretera, a su salida de la localidad nazarena, 12.200 vehículos cada día, en 2006 ya lo hacían 14.300.

Menos coches en la A-92

Una de las únicas carreteras que ha visto reducida su intensidad media diaria de tráfico de un año para otro ha sido la autovía A-92. Pasan 2.600 vehículos menos un año antes por esta carretera entre Sevilla y Málaga a su paso por la localidad de Alcalá de Guadaíra. Es decir, un 4,6% menos de circulación media al día. Mientras que en 2005 circulaban por ese tramo 56.538 vehículos, en 2006 no se llegaron a alcanzar los 54.000.