El fiscal ha rebajado su petición de cinco a dos años de prisión -y expulsión del país por 12 años una vez una vez cumplida la mitad de la pena- para cada uno de los tres ciudadanos extranjeros acusados de un delito continuado de robo con fuerza en las cosas en casa habitada, concretamente en cuatro pisos de un mismo edificio de Vigo, petición a la que se ha adherido la defensa.

El juicio por estos hechos, que en diciembre fue suspendido al no llegar todas las partes a una conformidad, se ha celebrado este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo, donde se ha revelado que las diferencias entre el criterio del fiscal y la defensa se centran en los objetos robados, ya que según el Ministerio Público, se reconoce una parte y no la totalidad.

Los tres acusados, que han estado esposados y escoltados por agentes, ya que permanecen en prisión desde julio de 2016, han reconocido su culpabilidad, si bien han limitado su responsabilidad a una parte de los objetos supuestamente robados. Concretamente, han admitido que entraron en los cuatro pisos y cogieron dinero y joyas, aunque han negado haberse hecho con ordenadores, teléfonos y otros efectos.

Según han explicado los propios acusados, uno de ellos escondió los objetos robados en el asiento de un vehículo antes de ser interceptados por los agentes; y, con posterioridad a su detención, el pasado mes de diciembre los tres se pusieron de acuerdo para comunicar a los agentes el lugar concreto del coche dónde habían guardado "todo" lo que sustrajeron.

Ante estas cuestiones, el abogado de la defensa ha pedido que se tenga en cuenta que han reconocido los hechos, y se les aplique a los tres las atenuantes de colaboración o confesión tardía y de reparación del daño. El fiscal ha aceptado incluir en su escrito que se recuperaron esos objetos "a indicaciones de los acusados", lo que motiva la rebaja en la petición de pena.

En cuanto a la responsabilidad civil, la Fiscalía ha solicitado que se indemnice a dos familias afectadas en las cantidades que les corresponda, pero la defensa ha considerado que "no procede la responsabilidad civil interesada" porque "no hay más prueba" sobre qué objetos fueron sustraídos por los tres acusados.

VERSIÓN DE LAS VÍCTIMAS

Algunos vecinos personados como perjudicados -dos se retiraron de la causa, y otro dijo que aunque entraron en su vivienda no se llevaron nada- han aseverado que los objetos recuperados son sólo una parte de todo lo que les falta, lo que incluye dinero, portátiles, una tableta, un GPS, una cámara, un USB, joyas, ropa, un bolso y unas gafas. Además, han denunciado diversos daños.

En esta línea, la acusación particular, que representa a varios vecinos del inmueble, ha reiterado que lo recuperado sólo es "una ínfima parte" de los bienes sustraídos, y ha apuntado que si los acusados indicaron dónde tenían estas cosas escondidas ha sido para "beneficiarse de las atenuantes". Por ello, pide que no se les aplique atenuantes y se les condene a sendas penas de 5 años de prisión.

Además, ha considerado que sería "muy beneficioso" que con tan sólo un año en prisión -mitad de la condena, de acuerdo con la petición de Fiscalía y defensa-, los tres fuesen expulsados de España. "Se podrán ir y beneficiarse del ilícito. Quedarían impunes prácticamente", ha criticado, antes de considerar que "están riéndose a todas luces del sistema procesal penal" español.

Tal y como consta en el escrito de la Fiscalía, el 11 de julio de 2016 dos georgianos, V.K. y D.B., y un armenio, A.B., entraron en un edificio de la calle Puerto Rico de Vigo y, tras manipular las cerraduras, accedieron a cuatro apartamentos, donde se apoderaron de dinero y diversos objetos y causaron diversos daños.