En el primer caso, los Mossos descubrieron la tarde del 13 de enero un local en los bajos de la calle Empar Nadal donde se jugaba ilegalmente al bingo y, después de identificar al responsable, intervinieron 948 cartones, un ordenador y dinero en efectivo, mientras una treintena de personas estaban jugando; los agentes precintaron el local.
Una semana después, el 20 de enero, localizaron otro en la calle Ponent del mismo municipio donde jugaban una veintena de personas e intervinieron 10.588 cartones nuevos -y otros que habían sido ya usados-, un portátil y documentación relacionada con los ingresos de aquella tarde.
En ambos casos, los asistentes jugaban las tardes del fin de semana y los cartones se vendían a precios de entre 30 y 50 céntimos; a los dos locales se les ha levantado un acta administrativa por juego ilegal, que será tramitada al Servicio Territorial del Juego y Espectáculos.
Los Mossos enmarcan estas dos actuaciones en el control que habitualmente realizan para detectar casos de juegos ilegales y el material se pondrá a disposición de las autoridades competentes en materia de juegos y espectáculos.
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