En concreto, se han visto perjudicadas mercantiles de diferentes provincias tales como Barcelona, Cuenca, Valladolid, Sevilla, Cádiz, Almería y Ávila en 186.000 euros aproximadamente.

Los arrestados dirigían una sociedad mercantil con sede en Torre Pacheco con apariencia de dedicarse legalmente al almacenaje, distribución y venta de productos alimenticios, principalmente aceite, carne de ave, jamones, harina y huevos.

La investigación se inició hace un año, aproximadamente, a raíz de otro operativo donde se pudo verificar que uno de los ahora detenidos, conocido por sus numerosos antecedentes por estafa, había aprovechado el limpio historial crediticio de su nuevo socio para poner a su nombre una sociedad mercantil con sede en Torre Pacheco, dedicada a la venta y distribución de productos alimenticios.

El veterano estafador aprovechaba su experiencia para lograr la confianza de sus víctimas, mientras que el titular de la empresa simulaba ser un empleado.

El 'modus operandi' de esta estafa es la creación aparente, o real, de un negocio para realizar bajo su cobertura mercantil una relación comercial habitual en este sector y realizar pedidos inicialmente pequeños, que abonan a través de pagarés, incrementando la cantidad y frecuencia de los mismos una vez que se va ganando la confianza de los proveedores, e incluso en alguna ocasión convencían al proveedor para que incrementase la póliza de crédito con ellos. Finalmente, se realizaron unos últimos pedidos de gran valor económico con la intención de no atender a los pagos.

La mercancía se vendía rápidamente, hasta el punto de que muchas veces ya la tenían adjudicada antes de adquirirla. El precio que marcaban los detenidos estaba por debajo de su precio de mercado, obteniendo así ingresos rápidos que les permitían abonar los pedidos iniciales de nuevas víctimas y enriquecerse ilícitamente.

Esta movilidad y dispersión geográfica que realizaban era con el fin de evitar que se corriera la voz entre el sector de la localidad donde actuaban de los impagos por parte de la mercantil, así como dificultar la labor policial y encauzarla a través de impagos mercantiles y no de un ilícito penal.

En el momento de la detención se les intervienen cuatro pagarés y dos cheques en blanco. Esta operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia y contó con la colaboración de las Brigadas de Barcelona, Cuenca, Valladolid, Sevilla, Cádiz, Almería y Ávila.