Pero no sólo los que cogen el tren se quejan. El cambio ha pillado también por sorpresa a los empleados del servicio que, conscientes de las nuevas dificultades, no pueden dar explicaciones a los usuarios.
Entrar a trabajar en A Coruña a las 9.00 ha supuesto un incremento económico, porque no hay un tren del tipo regional que permita llegar a tiempo. Además, el modelo R-598, más rápido y más caro, no para en los pueblos. Complicado también para el alto número de empleados en la capital gallega. Hay funcionarios que empiezan a ver más rentable ir en coche.
Lo más difícil es volver
Quien salga de trabajar de Santiago a las 20.00 y quiera volver a Vigo tiene que esperar a las 20.45 y parar en todos los pueblos porque se ha suprimido el R-598 de las 20.39.
Y al revés, el que termina la jornada en Vigo a las 20.00 puede tardar dos horas (y sin poder llegar hasta A Coruña), o esperar al R-598 de las 21.05 para regresar al norte.
Los cambios más polémicos
El añorado de las 21.40: Este regional Vigo-Santiago provocó incluso reacciones políticas. Su eliminación supone a estudiantes y trabajadores esperar hasta las 22.30 para volver a casa.
Los estudiantes llenan: Aprovechando que el servicio Santiago-Vigo de las 20.39 se llenaba de estudiantes y se hacía caja igual, se ha cambiado de R-598 a regional y ahora el R-598 es el siguiente tren.
Difícil entrar a trabajar en Santiago a las 9: La peor parte se la llevan los habitantes de los pueblos que tienen que madrugar para llegar a la capital a las 7.36 desde Vigo o 6.31 desde A Coruña si quieren ser puntuales a las 9.
En Vigo a las 10, imposible: Sólo desde Pontevedra y llegando a las 9.31 se puede entrar a trabajar en Vigo a las 10.00 horas. Con el siguiente se llega 10 minutos tarde.
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