Dicho plan supondrá un refuerzo en la sala de emergencias y personal y movilizará alrededor de 350 efectivos y medios materiales usuales en estos casos, como máquinas quitanieves, motoniveladoras y esparcidores de sal, que ya están trabajando en algunas carreteras como labor de precaución debido a la bajada brusca de temperaturas a partir de esta noche que ocasionará la existencia de placas de hielo en la calzada.

La Comunidad dispone de camiones con pala quitanieves y depósito de sal, camiones para preventivos y depósito de salmuera en capacidad suficiente.

Además, se ha alertado a todos los servicios externos, contratistas, que tienen medios propios por si fuera necesario recurrir a ellos, y se está en coordinación con los medios del Ministerio de Fomento y los colectivos de Protección Civil, principalmente de Caravaca y Lorca.

RECOMENDACIONES A LA POBLACIÓN

Entre los consejos que deben seguir los ciudadanos, se aconseja "limitar al máximo los desplazamientos, evitando todos aquellos que no resulten imprescindibles; si hay que salir de casa, abrigarse bien y por capas; los que practiquen deportes de montaña deben abstenerse de realizarlos, sobre todo si no son verdaderos especialistas; y en caso de emergencia llamen al 1-1-2.

Por su parte, se ha contactado con los colectivos de Protección Civil de los ayuntamientos que tienen medios para hacer frente a la nieve y al hielo, principalmente los de Caravaca y Lorca; así como con servicios externos o contratistas que cuentan con disponibilidad de medios para actuar en episodios de nieve y hielo, de forma que intervendrían inmediatamente en caso de necesidad. La peculiaridad de este episodio es que se prevé que la cota de nieve descienda con respecto a lo que habitualmente ocurre en invierno.

El Plan de Protección Civil ante nevadas y olas de frío tiene por objeto fundamental establecer la organización y procedimientos de actuación de los medios y recursos de los organismos pertenecientes a la Comunidad, así como de los distintos organismos e instituciones municipales, que sean necesarios para asegurar la vialidad de la red de carreteras autonómica y local; la atención a los ocupantes de los vehículos atrapados y a los ciudadanos de las poblaciones afectadas; el mantenimiento de los servicios esenciales y el fomento de la autoprotección ciudadana.

La fase de preemergencia se inicia con la recepción de un boletín de fenómeno meteorológico adverso emitido por la Agencia Estatal de Meteorología con situación de aviso naranja. En esta fase se incluye el período en el que la nevada es débil, las previsiones de nevadas son ligeras y las carreteras se mantienen limpias y despejadas.

De ser necesario, se pasa a la fase de emergencia cuando, habiéndose materializado la nevada, se prevean dificultades para la circulación en la Red Regional de Carreteras o éstas efectivamente se produzcan.

Esta fase comprende la situación 1, cuando la forma en que se produce la nevada o el contenido de las predicciones permite estimar que existe una alta probabilidad de que se produzcan dificultades importantes para la circulación de vehículos en carreteras de la red regional.

La situación 2, cuando la nieve existente en la calzada, el hielo o cualquier circunstancia, como el cruce de vehículos, dificulta la circulación en alguno o múltiples tramos de carreteras, pudiendo haberse producido cortes e incluso concentraciones de vehículos en dichos puntos.

Y la situación 3, cuando se han producido cortes de carretera con bloqueo de vehículos y las condiciones hacen necesario prestar atención a sus ocupantes (suministro de bebidas y alimentos, mantas y, en su caso, evacuación).