La organización consevacionista Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) ha solicitado una reunión urgente con el Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ante un comienzo de año "negro" para el lince ibérico. La organización ha manifestado su "indignación" ante la muerte de cuatro ejemplares de la especie en los primeros días del 2017, tres de ellos atropellados en las carreteras españolas.

Los conservacionistas exigirán al Ministerio de Fomento "no sólo que cumpla de manera urgente las medidas prometidas por su departamento y para las que ya existe una financiación comprometida, sino que establezca la financiación necesaria para permeabilizar nuevas infraestructuras".

Además WWF denuncia la "sangría" de atropellos y ha reprochado al Ministerio de Fomento que aún no haya realizado las inversiones comprometidas para acabar con los "puntos negros" en las carreteras donde están muriendo atropellados los linces.

Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España, señala que "la conservación del felino más amenazado del mundo debe ser una responsabilidad de todo el Gobierno. Por ello, esperamos que el Ministerio de Fomento cumpla con su parte".

Tras haber alcanzado un máximo histórico de 22 muertes en 2014, en los dos últimos años las muertes por atropello (principal causa de mortalidad de la especie) han descendido ligeramente a 15 y 14 linces, pero es una cifra "todavía excesiva".

Desde WWF señalan que "pese a las buenas palabras y la disponibilidad de los técnicos del Ministerio de Fomento y a la puesta en marcha de distintas medidas", las principales obras para garantizar la seguridad en los pasos de fauna "todavía no han empezado".

Del Olmo advierte que de seguir con este ritmo de atropellos, "llegaríamos a los 36 linces muertos en 2017, algo totalmente inaceptable y que pondría en riesgo la paulatina recuperación de la especie". Por ello, WWF pedirá al Ministro "un firme compromiso para que se ejecuten en 2017 las acciones previstas para evitar así nuevos atropellos".

WWF comenzó hace casi dos años una campaña para denunciar la "grave" amenaza que suponen los atropellos para la conservación de esta especie. Para organizó una recogida de firmas, 'Ni un lince más atropellado', que ya cuenta con el apoyo de más de 22.000 activistas.

El cuerpo de Kaplán, el último lince hallado muerto en las carreteras españolas, no presenta restos de proyectiles ni fracturas en las radiografías.

Según informa el proyecto Life+Iberlince, en la necropsia no se han detectado hematomas ni heridas graves por lo que aseguran que se trata de un ejemplar que ha sufrido un proceso debilitante crónico posiblemente de tipo infeccioso. Han observado un problema renal que puede ser la causa o la consecuencia de la muerte y cuyo origen se espera conocer después de realizar los análisis correspondientes.