El extesorero del PP Luis Bárcenas ha relatado este martes en el juicio por la primera época de la trama Gürtel (1999-2005) como, gracias a su asesoramiento la empresa argentina La Moraleja -propiedad de la familia del extesorero popular Ángel Sanchís- logró vender su producción de limones a Mercadona.

Por aquella operación, el que fuera también gerente 'popular' tenía fijados beneficios trimestrales de 100.000 dólares que después pasaron a ser mensuales que recibía de la compañía.

Bárcenas emprendió esta nueva faceta profesional antes del verano de 2011, cuando -según ha explicado- ya no desempeñaba*funciones de tesorero en el PP aunque sí continuaba cobrando del partido. "Tenía todo el tiempo del mundo y me ofrecí", ha dicho.

Para Anticorrupción, sin embargo, y así se lo ha dicho la fiscal Concepción Sabadell al extesorero en un momento del interrogatorio, el contrato de asesoramiento pretendía dar apariencia a la reintegración por los Sánchís a Bárcenas del dinero que salía de sus cuentas suizas. "Eso es lo que dice usted" le ha indicado el extesorero popular a la representante de la acusación pública.

Según su relato, sin embargo, Bárcenas convenció a Sanchís de que podía ocuparse de la venta de la fruta fresca en Europa gracias a la flexibilización de la exportación y la atención a la temporalidad, con la intención de reducir los costes y llegar a los mercados con celeridad.

Para la firma del contrato se desplazó a Argentina en junio de 2011 y firmó la documentación ante notario, razón por la que únicamente estuvo 24 horas en el país andino.

Según Bárcenas la brevedad del viaje obedeció sin embargo a que la erupción del volcán chileno Puyehue le obligó a modificar*sus planes de viaje, ya que planeaba estar allí varios días para conocer Buenos Aires. Los honorarios de La Moraleja se abonaban en una empresa de su propiedad, creada para canalizar "las actividades de Rosalía en el mundo del arte", Conosur Land.

Tras dedicarle al asunto "bastante tiempo" consiguió su objetivo "con una sola gestión". Puso a Sanchís en contacto con esta "importante cadena de distribución" que quería comprar a pie de finca. Logró con ello multiplicar la venta por cinco aunque perdió dinero porque no consiguió cobrar a porcentaje y sus emolumentos fueron fijos.

Su interés por la fruta fresca no se detuvo ahí ya que estudió el subproducto del limón, la cáscara, con la intención de darle valor añadido a través de la obtención de pectinas. Este uso ya había sido empleado en Dinamarca con excelentes resultados, ha destacado de forma prolija Bárcenas ante el tribunal.

Por otra parte, el extesorero popular se ha desvinculado de la empresa Granda Global, propiedad de Iván Yañez y ha asegurado que se limitó a ingresar en las cuentas de esta compañía los dividendos correspondientes a la actividad de este como asesor de su cartera de inversiones.