Según ha indicado Justo Delgado a Europa Press, ante la situación "minoritaria" del gobierno de Carolina Casanova, "lo coherente" es que la primer edil se someta a una moción de confianza para poder "ganar en gobernabilidad por el bien de los vecinos de Santiponce", en caso de salir airosa de tal extremo, pues el caso contrario desencadenaría su cese automático.

En este sentido, el portavoz andalucista ha señalado que si bien el PSOE ha emplazado al PA, su anterior socio de gobierno hasta la reciente ruptura del pacto, a reunirse para la "resolución de controversias", esta invitación "no se ha concretado aún".

Asimismo, Delgado ha indicado que la mano tendida por la secretaria provincial del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, para restablecer el pacto de gobierno, no se "corresponde al talante" de los socialista poncinos, por lo que augura una "difícil solución del desencuentro político".

MOCIÓN DE CENSURA

Cabe recordar que en Santiponce, las últimas elecciones municipales se saldaron con la victoria de IU-CA, que contaba con cinco ediles frente a cuatro del PA, tres del PSOE y uno del PP, toda vez que después de formar IU-CA un gobierno local en solitario y minoría, con José López como alcalde, Miguel Ángel Gil Falcón abandonó el grupo municipal de la coalición por diferencias con su propio partido, pasando a convertirse en edil no adscrito y acentuando la minoría del gobierno municipal.

Después, en mayo de 2016, los cuatro concejales andalucistas y los tres del Grupo socialista formalizaron una moción de censura contra el alcalde de IU-CA, al objeto de formar un gobierno de coalición liderado por la socialista Carolina Casanova. Aquella operación, como se recordará, prosperó con ocho votos a favor (los cuatro del PA, los tres del PSOE y el del concejal no adscrito), mientras el PP se abstuvo y los cuatro ediles de IU-CA votaron en contra.

Y finalmente, según ya había informado Delgado, los ediles del PA decidieron renunciar a sus competencias de gobierno, entendiendo que la primer edil ha "roto" el pacto de gobierno que unía al PA y al PSOE, al "excederse en el ejercicio de sus funciones y faltar al respeto debido a las personas y hacia el desempeño de las funciones que les son propias" a los ediles andalucistas, que se habrían sentido "desautorizados de manera constante y pública" por Carolina Casanova.