La tristeza de los familiares y la marcialidad del Ejército se conjugaron durante el funeral militar que se celebró ayer en la base militar de Cerro Muriano en honor al cabo Antonio Jesús Bonilla, que falleció, junto con el tinerfeño Javier Roldán, en un accidente ocurrido en Istok (Kosovo) el pasado martes. Otros dos soldados también resultaron heridos leves tras el siniestro El acto religioso, que estuvo oficiado por el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo, contó con la presencia de los allegados del soldado, además de numerosas autoridades civiles. Los familiares volvieron a recordar la pasión que sentía Antonio Jesús por la profesión militar. Además, agradecieron el trato recibido por los responsables de la base de Cerro Muriano.
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