La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, ha asegurado este martes que "ni el incremento del copago ni la reforma del copago" están en la agenda del Gobierno y ha descartado, en todo caso, liberar del mismo a los pensionistas que cobren hasta 18.000 euros.

"No estoy reculando", ha dicho en TVE en relación con sus palabras del lunes, "con los pensionistas no se juega". Montserrat ha afirmado que lo que dijo sobre ajustar el copago farmacéutico a los jubilados con rentas en el tramo de 18.000 a 100.000 es una opción a estudiar, y "estudiar quiere decir escuchar, hablar, y que los expertos del Ministerio y de fuera" lo analicen, ha aclarado.

Asimismo, ha explicado que el ajuste planteado podría incluso suponer una bajada de la aportación "a los que tienen menos", por lo que ha insistido en que  "estudiar no es incrementar" y pide esperar a los informes pertinentes. Montserrat ha insistido en que todo esto ya lo contó en su comparecencia en la comisión de Sanidad del Congreso y que parece que "nadie escuchó" lo que dijo.

"No alarmemos a los pensionistas y por eso quiero tranquilizarles", ha afirmado la ministra, quien ha defendido la reforma que el PP hizo la pasada legislatura. Preguntada por si la denominación "pensionista" se aplicaría a aquellos que ganan 100.000 euros anuales, la ministra se ha referido al colectivo mencionado como "perceptores de rentas iguales o superiores a 18.000 euros".

Actualmente, los pensionistas que perciben menos de 18.000 euros al año tienen un límite de copago de 8 euros mensuales; los que cuentan con rentas anuales de más de 18.000 y hasta 100.000 euros tienen un tope de 18 euros, y para los de más de 100.000 el límite es de 62 euros al mes.

Respecto a por qué el Gobierno no se atreve a modificar las patentes de los medicamentos para bajar el precio de los mismos, Montserrat ha asegurado que la industria farmacéutica está haciendo "un gran esfuerzo para rebajar los costes y que todo el mundo tenga acceso" a los fármacos.

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pedido a la ministra que detalle los nuevos tramos intermedios de copago farmacéutico que está estudiando establecer y ha exigido "una revisión a fondo del sistema que lo haga verdaderamente progresivo".

Para esta organización, realizar un ajuste por tramos de renta más definidos parece una medida sensata a priori, ya que la horquilla entre 18.000 y 100.000 euros, tanto para pensionistas como para trabajadores activos, "es poco progresiva y especialmente injusta con las rentas medias y bajas".

La OCU ha insistido en la necesidad de abordar una mejora global del sistema a la hora de determinar el grado de aportación del usuario, procediendo a un ajuste verdaderamente progresivo que no dé lugar a situaciones injustas.

A su juicio, hace falta la implementación de un protocolo ágil en la actualización de los datos para aquellos casos en los que la situación económica familiar varíe (el sistema tiene en cuenta los datos aportados durante el ejercicio fiscal anterior).

La OCU ha reclamado también acabar con la dualidad existente respecto a los regímenes de funcionarios de mutualidades y clases pasivas de Muface, Mugeju e Isfas, que continúan manteniendo su propio sistema de aportación farmacéutica sin que esté justificada la diferencia.

El Defensor del Paciente, por otro lado, ha considerado que Montserrat "tira la piedra y esconde la mano, para ver cómo la ciudadanía responde" al plantear la posibilidad de revisar el copago y le ha pedido que dimita por su "falta de conocimiento de los asuntos" sanitarios.

En una misiva dirigida a Montserrat, la presidenta de esta organización, Carmen Flores, le recuerda que los pensionistas que cobran entre 18.000 y 100.000 euros -tramo en el que va a estudiar revisar el actual copago- "han cotizado durante 40 años lo máximo".

Flores le pide a Montserrat que "mire hacia su ombligo" y pide a los políticos que se retiren "los privilegios de los que disponen, que son demasiados", a la vez que se pregunta por qué no suben los impuestos a las grandes fortunas o no retiran las subvenciones a la iglesia y a los partidos políticos.

"Cuando vamos a un hospital o a un centro médico recibimos un tratamiento que ya está más que sufragado por nosotros. A los que no tienen se les acribilla sin pensar si van a tener que elegir entre medicarse o comer. ¿Por qué no obligan a las farmacéuticas a bajar los costes para la Seguridad Social  y que no haya nadie sin un fármaco que necesite", señala en la misiva.