La policía científica italiana confirmó este miércoles que la pistola utilizada presuntamente por Anis Amri en el atentado de Berlín es la misma que empleó en el tiroteo con la policía en Milán (norte de Italia), donde resultó muerto el 23 de diciembre.

En un comunicado, la policía italiana confirmó que el arma "es la misma utilizada por el terrorista en la masacre de Berlín del 19 de diciembre", donde irrumpió con un camión en un mercadillo navideño provocando la muerte de doce personas.

Amri fue localizado en la noche del 23 de diciembre en el barrio milanés de Sesto San Giovanni, después de ser detenido por dos policías que realizaban un control rutinario, lo que originó un tiroteo en el que murió, después de herir a uno de los agentes.

La policía científica aseguró que "la comparación balística efectuada entre la bala del arma utilizada en Sesto San Giovanni y la localizada por la policía alemana ha llevado inequívocamente a concluir que han sido disparadas por la misma pistola".

Los investigadores están tratando de saber si el arma ha sido utilizada en otros episodios criminales en Italia o en otros países y permanecen en contacto con las autoridades alemanas, a las que ya han informado de este dato, según el comunicado.

El arma confiscada por la policía italiana fue fabricada por una empresa que quebró en los años noventa, lo que, de acuerdo con las autoridades, dificulta poder comprobar cómo llegó a manos de Amri.

La policía italiana ha llevado a cabo varios registros con el fin de esclarecer si Amri, tunecino de 25 años, contaba con algún tipo de apoyo en el país, al que llegó en 2011 como inmigrante después de desembarcar en la isla meridional de Lampedusa.

En Italia fue encarcelado durante cuatro años por varios delitos y después fue expulsado del país, si bien nunca regresó a Túnez y finalmente se le perdió la pista.

Un tunecino de 26 años que se reunió la víspera del atentado del 19 de diciembre con el presunto autor del ataque, Anis Amri, ha sido detenido en la capital alemana y se investiga si conocía sus planes e incluso si pudo ayudarle, informó este miércoles la Fiscalía Federal.

Una portavoz de la Fiscalía dijo que ambos jóvenes, que se conocían al menos desde finales de 2015, se reunieron la tarde previa al atentado en un restaurante del barrio berlinés de Mitte y hablaron largo y tendido, aunque precisó que por el momento no hay datos que prueben su colaboración en la acción.

La detención de este tunecino, acusado por el momento sólo de fraude en el cobro de prestaciones sociales, fue ordenada por la Fiscalía de Berlín tras registrarse el martes su alojamiento en un centro de refugiados de la capital, donde se confiscó diverso material, y este miércoles el juez lo envió a prisión.

Los agentes registraron también una vivienda en Berlín en la que reside un hombre —considerado un testigo— que compartió habitación con Amri el pasado otoño y al que llamó por teléfono el mismo día del atentado, aunque todavía no se sabe si pudieron hablar.

Los investigadores han reconstruido buena parte de la jornada del atentado y han concluido que Amri disparó al camionero polaco en el mismo lugar en el que le robó vehículo para cometer la acción y que se encontraba aparcado junto al río Spree.

La policía, que descarta que en la cabina hubiera una tercera persona, ha determinado el recorrido del camión gracias al GPS del vehículo y ha comprobado además que Amri envió un mensaje de audio y una fotografía poco antes del atentado, añadió la portavoz de la Fiscalía, sin ofrecer detalles del posible destinatario.

Tras empotrar el vehículo en el mercadillo navideño, el presunto autor de los hechos fue grabado por las cámaras de seguridad en la estación de metro y cercanías de Zoo. Según la portavoz, Amri fue consciente de ello y levantó ante la cámara el dedo índice, un gesto habitual entre los simpatizantes del yihadista Estado Islámico (EI).

Finalmente fue abatido en Milán, concretamente en el barrio de Sesto San Giovanni,cerca de Cinisello Balsamo, desde donde el 16 de diciembre había partido rumbo a Berlín el camionero polaco. La Fiscalía y la policía investigan esta coincidencia y si existe la posibilidad de que Amri hubiera conocido a su futura víctima ya en Italia.

Antes de llegar a Milán su rastro volvió a encontrarse en una mezquita de la capital, donde también fue grabado por las cámaras de seguridad. En su huida de Berlín, en un principio se le siguió la pista en Holanda, primero en Nimwegen, fronteriza con el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, y después en Amsterdam y se creía que de allí viajó a Lyon (Francia) desde donde puso rumbo a Turín (Italia) y finalmente a la ciudad italiana.

Sin embargo, en un comunicado, la Fiscalía señala que, "tras el análisis de las cámaras de seguridad de la red de ferrocarril belga, se ha constatado que Amri llegó a la capital belga alrededor de las 18 horas GMT del 21 de diciembre en tren procedente de Amsterdam", una información que acompaña de una fotografía del sospechoso en la estación bruselense de Gare du Nord.

"En el interés de las investigaciones en curso en Holanda y Alemania, no puede darse información suplementaria", añade el texto.