En Galicia habrá más policías en las calles, pero no ‘botellódromos’

La cumbre de las ciudades pide el apoyo de la Xunta para acabar con el consumo de alcohol. Vigo por ahora se mantiene al margen.
Las grandes ciudades gallegas consensuaron ayer en Santiago una estrategia conjunta para erradicar el consumo de alcohol en la calle. Los siete alcaldes incrementarán la vigilancia policial en sus respectivas ciudades, pero no crearán botellódromos a las afueras de sus municipios. Así lo anunciaron al término de la reunión que duró más de dos horas.En las próximas semanas, trasladarán sus reivindicaciones a la Xunta y se reunirán con la conselleira de Sanidade, María José Rubio.

Caballero, el gran ausente

Al encuentro, que se celebró en el Hotel Puerta del Camino de Compostela, asistieron los regidores de A Coruña, Javier Losada; Santiago, Xosé Sánchez Bugallo; Lugo, José López Orozco; Ferrol, Vicente Irisarri; Ourense, Francisco Rodríguez, y Pontevedra, Miguel Fernández Lores. No estuvo el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que alegó «problemas de agenda» y aún se desconoce si finalmente se sumará a las propuestas. En la toma de contacto intentaron concretar las áreas de responsabilidad de los ayuntamientos y los aspectos que deben reclamar a la Xunta.

Más cobertura legal

En este sentido, consideraron necesaria una mayor cobertura legal a sus respectivas ordenanzas municipales.

Desde la Consellería de Innovación e Industria, que gestiona los temas de consumo, se asegura que los municipios tienen «capacidad normativa suficiente» para limitar la venta de bebidas alcohólicas en tiendas 24 horas, bares y restaurantes, sobre todo por las noches.

Sin embargo, los ayuntamientos creen que hay numerosas lagunas legales, por lo que consideran imprescindible un mayor consenso con la Administración autónomica y la Estatal.

Las últimas protestas vecinales, sobre todo en A Coruña –donde esta misma semana se ha constituido una plataforma que hoy se reunirá con Javier Losada– han sido el detonante para la celebración de esta primera cumbre antibotellón.

Presión vecinal

Los alcaldes de las siete grandes ciudades gallegas se han visto empujados a tomar medidas, entre otras, por las continuas protestas de las asociaciones vecinales, que tampoco consideran adecuada la puesta en marcha de zonas específicas a las afueras de las ciudades para que los jóvenes puedan beber. El caso ya está en manos del Valedor do Pobo y en la mayor parte de los casos, como en Santiago y A Coruña, están dispuestos a incrementar las medidas de presión.

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