Lo que era el proyecto estrella de la Consellería de Educación para A Coruña sigue siendo eso, un proyecto. La rehabilitación integral del instituto Eusebio da Guarda, el más emblemático de la ciudad, lleva dos años paralizada, prácticamente desde que la anunció a bombo y platillo la Xunta.

Y mientras, en el centro se mezclan indignación y resignación. No entienden que aún no se haya dado ningún paso para devolver su esplendor a un inmueble con 117 años de vida, declarado Bien de Interés Cultural por la Xunta. «Esto es muy poco serio», dice María José Martínez, la directora.

Aún peor, saben lo que les espera en cuanto el tiempo empeore en invierno: goteras y humedades. «Es una pena, cada verano procuramos arreglarlo un poco y en diciembre la pintura se cae», comenta Martínez, quien lamenta que el centro presente cuando llega el invierno «un aspecto descuidado».

Quienes más lo sufren son los 960 alumnos matriculados en el instituto. Cada mes de noviembre las lluvias arrecian y el agua se cuela en las aulas en forma de goteras. La solución adoptada es bastante práctica: se pone un cubo de agua y las clases siguen con normalidad.

Pero a veces no basta con utilizar cubos y trapos. El año pasado, por estas fechas, una fuerte tormenta dejó su particular huella en el instituto. La planta baja amaneció inundada y se tardó dos horas en secar el suelo con fregonas. Lo mismo pasó en cuatro aulas, que comenzaron la clase con el suelo encharcado.

Y mientras, de la ambiciosa reforma, en la que se iban a invertir tres millones de euros, «no se sabe nada», señala María José Martínez. «Lo último que sabemos es que están pendientes de que Patrimonio descatalogue el edificio para comenzar», dice la directora. Es decir, que todo está como estaba hace dos años.

Proyecto estrella, sin estrella

El instituto Eusebio da Guarda se creó en 1890 y está considerado Bien de Interés Cultural por la Xunta. Ésta es la mayor traba, ya que toda reforma precisa de la descatalogación del inmueble. La intención de la Consellería de Educación era demoler el anexo y la fachada marítima, crear en él nuevos espacios para cafetería y gimnasios, rehabilitar de manera integral el interior del edificio principal y ubicar todas las aulas en la parte noble. La Xunta invertiría a tal fin tres millones de euros en tres años, para tener todo listo en 2009.

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