El director general de Salud Pública y Adicciones, Manuel Molina, ha explicado que "este año se han reforzado las actuaciones en supermercados y grandes superficies para controlar las condiciones y el etiquetado de los productos".

Molina ha explicado que "este dispositivo da continuidad a la actividad habitual de los inspectores, aunque lo intensificamos con la llegada de las fiestas para garantizar velar y garantizar el cumplimiento de la normativa vigente".

La necesidad de reforzar estas acciones con guardias durante los festivos y fines de semana está justificada por el incremento de actividad que durante las fechas previas a las fiestas de Navidad se experimenta en los mataderos de los distintos municipios.

La actividad de los mataderos, según Molina, suele aumentar un 40 por ciento durante estas fechas frente al periodo ordinario. La previsión para este mes de diciembre es que se alcancen las 142.000 piezas para consumo.

En concreto, la producción de cabrito durante estas fechas suele cuadriplicarse, al superar las 21.000 piezas, la de ovino se triplica y llega a las 78.600 y la de pavo se multiplica por ocho, rozando las 42.000.

Los inspectores del Servicio de Seguridad alimentaria y Zoonosis de la Dirección General de Salud Pública y Zoonosis también hacen controles en los puntos de captura y comercialización de productos pesqueros para velar por las condiciones higiénico-sanitarias del pescado y del marisco.

El director general ha comentado que "el objetivo es asegurar que los productos estén en buen estado y velar por la seguridad de los consumidores en unas fechas muy propicias para la celebración de comidas y encuentros familiares".

Asimismo, esta campaña también contempla las visitas de los inspectores a los establecimientos y locales de celebraciones censados en la Región para garantizar la seguridad de los comensales.

Esta actividad con motivo de la campaña de Navidad se suma a las más de 13.000 inspecciones rutinarias que llevan a cabo los inspectores a lo largo del año en establecimientos y locales de celebraciones. Además, la Dirección General cuenta con un inspector de forma permanente en cada uno de los mataderos de la Región.

El director general ha recordado la importancia de leer el etiquetado y verificar la temperatura de conservación de los alimentos antes de comprarlos, pues si son productos refrigerados deberán estar entre los cero y cinco grados centígrados y si son calientes por encima de los 65 grados.