En los 53 puestos de venta de bocadillos, 17 de talo y la carpa de concurso de txistorra se vendieron unos 9.500 kilos de este producto, similar cifra a la del pasado año.

En total se compraron 41.779 bocadillos y 20.890 pintxos de txistorra, incrementándose en un 300% el consumo de pintxos y descendiendo ligeramente el número de bocadillos. Los talos se complementaron con 2.300 kilos de txistorra, 250 kilos de queso, 250

de tocineta y 1.275 tabletas de chocolate. La venta de rosquillas de San Blas fue de unas 35.000 unidades.

Por otro lado, el servicio de recogida de aceite usado, coordinado por la organización, retiró 1.874 litros (424 litros más que en 2015) de aceite, mientras que la iniciativa de recogida itinerante de vidrio (con personal de FCC y grupos de Trikitixa), en su novena edición, ha superado las cuantías que se recogieron el año pasado con este mismo sistema.

El Consistorio ha destacado que la feria se desarrolló "sin ningún tipo de incidente" y con mayor influencia de público a partir del mediodía. En este sentido, las pruebas de deporte rural vasco femenino celebradas en la plaza de la Trinidad contaron con 370 asistentes, mientras que en los talleres infantiles participaron 350 niños.