El rapero Kanye West ingresó a principios de diciembre en la clínica UCLA Medical Center para someterse a un tratamiento médico y psicológico por problemas de depresión y agotamiento.

El motivo de que haya trascendido eso fue que algunos trabajadores del hospital miraron o intentaron acceder al historial del cantante mientras éste estuvo ingresado y después de recibir el alta días después, según adelantaba TMZ.

Ahora, los responsables del centro, alarmados probablemente por la poca intimidad de su paciente y preocupados por mantener su fama entre las celebrities de Los Ángeles, donde se sitúa el centro, han iniciado una investigación.

Los datos preliminares apuntan a que decenas de trabajadores no relacionados con el tratamiento del cantante usaron diversos ordenadores para tratar de acceder al historial del cantante, por lo que según algunas fuentes podrían producirse decenas de despidos.

Según publicó en su día la web TMZ citando a fuentes cercanas al cantante, West sufrió y tuvo que ser ingresado por un "ataque de nervios", provocado por la cercanía del aniversario de la muerte de su madre, unido a la presión de su gira de conciertos (que tuvo que ser suspendida) y el apoyo a Kardashian.

Inmediatamente después de su ingreso, decenas de medios de EE UU publicaron la noticia, incluyendo detalles pormenorizados del suceso, citando a diversas fuentes tanto hospitalarias como cercanas al rapero.