El valenciano José Alfonso Morera El Hortelano, uno de los artistas más célebres de la llamada Movida madrileña, ha fallecido a los 62 años, según ha confirmado en redes sociales la fotógrafa Ouka Lele, que fue su compañera durante años.

"Quiero compartir con los que habéis conocido a nuestro querido amigo Pepito El Hortelano, que hace un ratito ha comenzado su viaje hacia el cielo y que ha sido tranquilo y en paz. Que siempre estará en nuestro corazón lleno de vida y alegría, Pepito Maravillas", ha escrito Ouka Lele.

Al parecer, según ha confirmado más tarde Ouka Lele, la muerte se ha producido a causa del cáncer de pulmón que padecía.

El Hortelano, miembro de un grupo en el que además de la fotógrafa Ouka Lele estaban Ceesepe, Guillermo Pérez Villalta, Pedro Almodóvar, Alaska y Alberto García Alix, es autor de una variada obra y tenía la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes (2009). Estaba considerado uno de los mejores artistas de su generación y su obra abarca desde pintura a obra gráfica, pasando por catálogos o portadas de discos.

Nació en Valencia en 1954, y tras pasar una larga enfermedad, descubrió la pintura con diez años, algo que le llevó posteriormente a abandonar sus estudios de farmacia.

Morera desarrolló la mayor parte de su carrera en Madrid, donde hizo el servicio militar con 21 años y entró en contacto, en sus incursiones a El Rastro, con otros creadores de la Movida, llegando a publicar en las revistas Star, Ajoblanco, El viejo Topo y Triunfo. Pasó etapas de su vida en ciudades como Barcelona, Nueva York o México, donde siguió desarrollando su obra.

Con la muerte de El Hortelano, su amigo de 40 años Alberto García Alix se queda "un poco huérfano". "España entera sangra un poco porque pierde a un gran artista", ha asegurado el fotógrafo tras conocer la noticia.

García Alix ha explicado que hace un mes estuvo con él y le impresionó mucho que a pesar de que el pintor de la movida madrileña tenía un cáncer y que ya no eran efectivos los tratamientos le vio "asombrosamente tranquilo".

"Yo tuve un tumor en las cuerdas vocales hace un año y estoy perfectamente a pesar de la ronquera, pero se que un cáncer da mucha angustia y cuando le pregunté a él si no la sentía me contestó 'he sido muy feliz y esto es algo que tenía que llegar'. Salí de allí diciéndome 'Dios mío, qué valiente y qué capacidad de ser positivo", rememora.

El Hortelano, asegura García Alix, es una parte "esencial" de su vida porque se conocieron hace 40 años, cuando "todos" eran tan jóvenes que ninguno tenía muy claro qué iba a hacer.

"Sin embargo -recuerda- Pepito se sentía pintor desde niño y así me lo dijo el mismo día que le conocí, a finales del 75. Yo no me sentía fotógrafo ni tenía conciencia de que fuera a serlo", señala.

Pepito el Hortelano, como él le llamaba, era "energía", y siempre positiva y así lo reflejan, mantiene, las fotografías que recorren su peripecia vital: "Tengo y tendré siempre una memoria visual en la que recrearme".

Otra de sus amigas, la fotógrafa Ouka Lele, también ha dedicado unas palabras a su amigo.

"Fue, sin duda, uno de los artistas más importantes de su generación. Con el tiempo nos daremos cuenta del privilegio que hemos tenido tan cerca", asegura.

Destaca de su obra "un relato muy personal, muy poético, el de un gran disfrutador de la vida, de lo terreno; muy universal y consciente".

"Se lo merece todo. Se merece que brindemos por su vida, porque ha sido una persona estupenda que nos dio muchas cosas a sus amigos, que éramos en su mayoría artistas", entre ellos los pintores Pérez Villalta y Ceesepe, el fotógrafo Alberto García Alix, o el músico Jaime Urrutia.

Ouka Lele, que conoció a Morera con 17 años y mantuvo con él una relación sentimental que derivó "en la amistad más profunda", ha recordado que era una persona "muy graciosa" que les hacía reír "constantemente", tanto que cuando enfermó les pedía perdón por no poderles divertir.

"Era Pepito Maravillas porque todo era fantástico hablando con él. Siempre decía 'qué maravilla, qué pasote'", recuerda.

La fotógrafa resalta de su "especial carácter" que era capaz de mover con su energía a cualquiera: "Un día yo estaba con gripe en la cama y me llamó para decirme que estaba en el Retiro, que estaba lloviendo y que no me podía perder algo tan bonito. Me levanté, paseé con él bajo un paraguas y volví a casa más viva que nunca".