El juicio no ha llegado a celebrarse debido a que el procesado ha alcanzado un acuerdo con el Ministerio Fiscal para que la condena, que inicialmente se elevaba a 5 años y multa de 2.500 euros, quedara finalmente reducida a dos de privación de libertad y a una sanción pecuniaria de 890 euros como autor de un delito de tráfico de drogas, con la agravante de reincidencia y la atenuante analógica de drogadicción, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se remontan a las 01.15 horas del día 27 de diciembre del pasado año en la antigua N-122, cuando efectivos de la Guardia Civil detuvieron en la localidad vallisoletana de La Cistérniga al referido joven, de 24 años.

En concreto, el arrestado, vecino de Laguna de Duero, ocupaba el asiento del copiloto de un Renault Clio que fue interceptado en un control policial establecido para la erradicación del tráfico minorista de sustancias estupefacientes y que levantó las sospechas de los agentes debido al nerviosismo mostrado.

Ante ello, los guardias efectuaron un reconocimiento personal y localizaron en su zona inguinal una cartera que contenía 30 pastillas de diferentes colores de MDMA, 0,81 gramos de cannabis, 18 envoltorios de Ketamina con un peso de 8,48 gramos y un trozo de resina de cannabis con un peso de 7,42 gramos, todo ello dispuesto para su venta, así como 155 euros en efectivo.

La totalidad de la droga habría alcanzado en el mercado ilícito un valor superior a los 890 euros.

El procesado cuenta con antecedentes penales pues fue ejecutoriamente condenado por el Juzgado de lo Penal 4 a un año de prisión por un delito del mismo tipo.