«Hay padres que se escudan en un problema tan grave como el acoso escolar para que cambien a sus hijos de colegio», denuncia Encarnación García, de la Asociación Contra el Acoso Escolar (ACAE). Aclara que es un hecho generalizado en España y advierte de que el número de peticiones de traslado por acoso falso supone en el Principado el 12% del total.

La cifra de traslados que se han realizado empleando esta táctica aquí es una incógnita, porque la Consejería de Educación asegura que no sabe nada de denuncias falsas. Los padres de los niños asturianos que sí han sufrido este acoso alertan de la «mercantilización» de esta práctica. La picaresca se da, sobre todo, a mitad de curso, cuando ponen esta excusa para forzar la salida del menor de su colegio.

El curso pasado hubo 191 casos de acoso escolar en Asturias, según los datos de ACAE. De ellos, 124 se solucionaron con la mediación de la asociación, 42 requirieron la intervención de los servicios jurídicos y 25 fueron denunciados en la Policía Nacional o la Guardia Civil. Según ACAE, un 4% de los alumnos de la región sufre este problema. Los datos son inferiores a los de 2005-2006, año en el que se cuantificaron 100 denuncias. El descenso, pues, ha sido del 70% en un curso. Se debe a que «hay colegios muy receptivos», que con tres sanciones expulsan al alumno, y a la implicación de la Consejería.

El perfil del acosador

Cada vez es un estudiante más joven, cursa último año de Primaria o los dos primeros de Secundaria. Tiene pues, entre 11 y 13 años, y la mitad de los acosadores son mujeres. Para evitar agresiones, la presidenta de ACAE pide al Ministerio de Educación que prohíba a los alumnos acudir al colegio con teléfono móvil, una medida que ya se ha tomado en Madrid.

MÁS DATOS

ACAE.-  Para contactar con la asociación: acae_asturias@yahoo.es y 985155072.

Síntomas.- De la víctima, miedo a ir a la escuela; del acosador, tendencia a abusar

de su fuerza.

En España.- Unos 150.000 alumnos lo sufren; el 4%, según el Defensor del Menor de Madrid.

Multas.- Por inventarse una agresión continuada, hasta dos años de cárcel.