Así, esta exposición fotográfica capta la capacidad de recuperación de los desplazados internos del noroeste de Nigeria para seguir viviendo más allá de la violencia armada, así como, los esfuerzos de las autoridades del país y la Comunidad Internacional para llevar la situación a la normalidad y conducirla hacia un futuro mejor.

Por tanto, estas obras no solo muestran el sufrimiento de las personas que tuvieron que abandonar sus hogares y arriesgar su vida, sino también, la capacidad de recuperación que tienen, y que tal y como refleja el título de esta exposición continúan, a pesar de la violencia armada.

Cabe recordar que el conflicto armado del noroeste de Nigeria ha generado una crisis humanitaria en la región del lago Chad, por la que cientos de miles de familias han tenido que huir al estallar la violencia en sus poblados, obligados a buscar un refugio más seguro en colegios, edificios gubernamentales y campos de desplazados.

Sin embargo, algunos de estos refugiados han optado por buscar ayuda en familiares, lo que ha provocado una presión adicional sobre las ya comunidades empobrecidas. Lugares como Maiduguri, Yola o Damaturu, se han convertido en el hogar de estas personas desplazadas, según se recoge en la información de la propia exposición.

A día de hoy, se estima que 7 millones de personas necesitan asistencia en el noroeste de Nigeria, de las cuales 2,2 millones son desplazados internos y 1,8 millones de habitantes de comunidades de acogida. De modo que, la situación de los desplazados, especialmente mujeres, niños y ancianos, sigue siendo "extremadamente difícil".

Con el apoyo de la Cruz Roja nigeriana, el CICR ayuda a cientos de miles de desplazados internos que viven en campos y comunidades de acogida con artículos de primera necesidad, alimentos, agua y saneamiento, refugios y la mejora del acceso a servicios sanitarios.

También, apoya a las viudas en Maiduguri con iniciativas micro-económicas con el objetivo de mantener a sus familias, y a los menores no acompañados en campos de desplazados, a localizar a sus familiares y reunirlos.

Todas estas circunstancias se recogen en la muestra que se puede ver en el Palacio de la Isla de Cáceres hasta después de las navidades.