La Asociación por el Derecho a la Salud mostró ayer su preocupación por la potenciación del sector privado por parte del Departamento vasco de Sanidad. De hecho, según este colectivo de médicos y personal sanitario, en sólo cuatro meses (antes del verano), más de 15.000 pacientes vizcaínos fueron derivados desde Osakidetza a clínicas privadas para pruebas diagnósticas, consultas o intervenciones quirúrgicas.

«Se hace para reducir a menos de 30 días las listas de espera, pero supone un gran gasto para la sanidad pública», señaló ayer Juan Luis Uría, vicepresidente y portavoz de Osalde, que aseguró que en nuestro territorio un 25% de la población ya está asegurado tanto por la pública como por la privada.

Esta asociación presentó ayer un documento elaborado en consenso con los sindicatos LAB, ESK, SATSE, UGT y CC OO sobre la situación actual de la sanidad vasca, en pleno conflicto tras la frustrada negociación entre Osakidetza y los representantes sindicales.

Para este colectivo «existe un profundo malestar entre los diferentes agentes sociales que conforman la sanidad», indicó Uría, en alusión a las condiciones laborales de los trabajadores. Asimismo, los representantes de las centrales criticaron el acuerdo alcanzado entre la dirección de Osakidetza y el Sindicato Médico. «No se puede subir tanto a unos y nada a otros, porque lo que consigues es