El ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba ha negado este jueves que "conspire en la sombra" para forjar un nuevo líder del partido y se ha negado a "mojarse" sobre quién debería serlo, porque a día de hoy formalmente "no hay candidatos". "No me voy a mojar, sobre todo, porque no hay agua en la piscina", ha advertido en una entrevista en Antena 3.

Rubalcaba ha considerado inevitable que se hable de dirigentes próximos a él. "Es lógico, fui secretario general de todos ellos y tengo rubalcabistas con Susana y con Pedro", ha dicho. Ha respaldado al presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, un político "honesto y capaz" a quien ha reconocido que está tratando de "echar una mano", y ha insistido en la necesidad de que el partido no corra y se tome "unas semanas" para replantearse su proyecto orgánico y para España. El exlíder socialista se refería así a la celebración del 39º Congreso Federal, en el que se debe renovar el proyecto político y elegir nueva dirección y que ya lleva casi un año de retraso, a pesar de que se formó Gobierno a principios de noviembre.

En cuanto a la decisión del PSOE de abstenerse para permitir gobernar al PP, Rubalcaba ha incidido en que el PSOE no se puede permitir el lujo de "chapucear" con un gobierno de independientes, como "alguna vez" defendió Pedro Sánchez, y se ha mostrado convencido de que con unas terceras elecciones, la izquierda hubiera pasado a ser "irrelevante". "Creo tener claro que lo que hemos hecho está bien, que nos costará tiempo que el electorado lo entienda, y que las elecciones hubieran sido peor", ha afirmado.

En ese sentido, ha desvelado que dejó de hablar con Sánchez en febrero pasado, tras plantearle su oposición a un gobierno con los independentistas. En esa conversación, el también exministro trasladó a Sánchez que las opciones eran, a su juicio, o terceras elecciones o dejar gobernar a la lista más votada "porque no se puede gobernar España con quien quiere romperla".

También ha resaltado que, en su opinión, los socialistas han logrado cambios políticos en muy poco tiempo  con su actual posición en el Parlamento y, aunque ha admitido que no está orgulloso de lo ocurrido en el partido, ha asegurado que "entre todos" saldrá adelante. "Para un partido como el PSOE es muy duro la decisión que ha tomado y, por eso, era mejor hacerlo la misma noche de las elecciones porque el análisis estaba ahí y la prueba es que no me he equivocado en nada", ha recalcado.

Para el ex secretario general, el partido recuperará la credibilidad perdida por no haber "atinado" con la crisis económica cuando sea capaz de poner en marcha políticas que reparen lo que ha hecho mal el PP amparándose en la crisis. "Nos fuimos mal del Gobierno y tenemos que tratar de recuperar esa imagen", ha insistido y, en este sentido, ha dejado claro a Podemos que todo lo que vaya a sacar esta legislatura, será porque el PSOE ha permitido que la legislatura arranque.

Preguntado por la relación con el PSC, ha apostado por revisar su modelo de funcionamiento para evitar "desajustes que no son buenos", pero sin desvincularse para que el PSC siga siendo la marca socialista en Cataluña.

"El PSOE no existe en Cataluña. Dejó la defensa de sus principios en manos de otra cosa que se llama PSC". "No puede ser que el secretario general, que era yo, se entere de que el PSC va a defender el derecho a decidir por una agencia de noticias", ha recordado. "Eso para un partido como el PSOE es mortal".