Hacía tanto tiempo que no se veía que los expertos en fauna marina dudaban incluso de su existencia. El Bathochordaeus charon es un animal larváceo gigante que fue descrito por primera vez por el zoólogo alemán Carl Chun en 1900.

Sin embargo, desde entonces no se había vuelto a ver esta especie en concreto, que pertenece a una familia, la de los larváceos, que es muy común en los mares y océanos, como adelantaba El País.

Ahora, una expedición del Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterrey (MBARI), que cuenta con robots submarinos equipados con cámaras de alta definición y la capacidad para recoger especímenes, ha encontrado dos ejemplares de esta especie, que han podido reconocer gracias al estudio de sus rasgos morfológicos y moleculares y a la observación de las grabaciones.

De hecho. Encontrar estos dos especímenes, a unos 135 y 598 metros de profundidad hizo reflexionar a los científicos, que decidieron revisar las grabaciones de expediciones e inmersiones anteriores y concluyeron que ya lo habían encontrado, pero que había pasado desapercibido por su parecido con otros larváceos parecidos, según el estudio, publicado en la Marine Biodiversity Records.

Estos animales, que existen en gran número, se caracterizan por formar en torno suyo dos capas, la más exterior de ellas puede llegar a medir hasta un metro de diámetro, que usan para alimentarse. Además, cumplen una importante función, pues esa capa exterior, formada por una sustancia gelatinosa, se muda cada cierto tiempo, hundiéndose la capa desechada hasta el fondo marino, sirviendo allí como fuente de carbono para otras especies que se alimentan de ella.