El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, celebró este martes el resultado del recuento en el estado de Wisconsin, que amplió su ventaja sobre Hillary Clinton, y escenificó la paz con Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, con el que estuvo enfrentado durante la campaña.

La Comisión Electoral de Wisconsin informó de que, tras concluir el recuento, Trump obtuvo 1.405.284 votos (844 más que en el resultado inicial), mientras que Clinton sumó 1.382.536 (713 más el 8 de noviembre), por lo que la diferencia entre los dos fue de 22.748 votos en favor del empresario neoyorquino, 131 mayor.

La Comisión Electoral de Wisconsin informó de que, tras concluir el recuento, Trump obtuvo 1.405.284 votos (844 más que en el resultado inicial), mientras que Clinton sumó 1.382.536 (713 más el 8 de noviembre), por lo que la diferencia entre los dos fue de 22.748 votos en favor del empresario neoyorquino, 131 mayor.

"Después de todo el dinero que se gastaron los demócratas, porque creedme, ellos estuvieron detrás, y el Partido Verde, hermoso partido (...) todo el dinero, todo el tiempo, todo el esfuerzo, añadimos 131 votos más de los que teníamos antes", dijo Trump en una burla a su oposición.

Wisconsin, Michigan y Pensilvania fueron tres de los estados en los que Trump ganó contra todo pronóstico y en los que el Partido Verde promovió recuentos al denunciar sin aportar pruebas que las máquinas de votación en algunos condados podían haber sufrido un ataque informático.

"Nunca me olvidaré de vosotros, y nunca, nunca dejaré de luchar por vosotros", aseguró el magnate a la audiencia entregada.

"Ryan es como el buen vino. Cada día que pasa aprecio más y más su genialidad", dijo Trump durante uno de los mítines de su gira de agradecimiento en West Allis (Wisconsin), después de que los asistentes abuchearan al que ha sido durante el último año el republicano con un cargo de mayor rango del país.

Sin embargo, el idilio entre Trump y Ryan no llegó hasta después de que el empresario neoyorquino ganara las elecciones a la Casa Blanca el pasado 8 de noviembre, ya que ambos habían intercambiado múltiples reproches y críticas durante la campaña electoral.

Ryan fue uno de los principales detractores de Trump, trató de evitar por todos los medios que saliera elegido como candidato durante las primarias y, aunque después ambos sellaron una delicada tregua, el congresista la rompió tras los reiterados escándalos que le estallaron al magnate, hundido por ese entonces en las encuestas.

Más allá de sellar la paz con uno de sus enemigos de antaño, Trump aprovechó su visita a Wisconsin para celebrar los resultados del recuento en ese estado, que se conocieron este lunes.

Durante el mitin, Trump también alardeó de su elección para dirigir el Departamento de Estado del petrolero Rex Tillerson, que fue confirmado como el próximo jefe de la diplomacia estadounidense.

Tillerson, de 64 años y máximo ejecutivo de ExxonMobil, la petrolera más importante del país, necesita primero ser ratificado por el Senado, un proceso que se prevé muy complejo por los vínculos internacionales del elegido, especialmente con Rusia.

Varios senadores republicanos de peso han expresado reservas sobre los años de trabajo de Tillerson en Rusia y Oriente Medio en nombre de la multinacional, aunque algunos de los legisladores han suavizado sus palabras una vez que el anuncio se hizo oficial.

Todo mientras crece la presión de legisladores y miembros del Colegio Electoral para que se explique la injerencia rusa en los comicios denunciada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Como otros en el nuevo equipo de Trump, el director ejecutivo de ExxonMobil carece de experiencia en puestos de Gobierno, pero tratará de aplicar al ámbito de la diplomacia la que tiene en el mundo de los negocios (ha trabajado con profusión alrededor del mundo para extender los intereses de la petrolera).

Trump seguirá este jueves en Pensilvania con su gira de agradecimiento por los estados que conquistó, con otras paradas previstas el viernes en Florida y el sábado en Alabama