"No sé por qué estoy aquí", señaló Miguel Zerolo, que dijo que tenía pensado explicar los temas políticos de esta operación, en la que el Ayuntamiento pagó 52,5 millones de euros por las parcelas, pese a existir estudios e informes que las valoraban en no más de 19,5 millones, pero que tendría que estar seis horas.

Zerolo afirmó que no ha visto ni un solo indicio que demuestre su culpabilidad y quiso dejar claro que lo que hizo fue "lo que quería el pueblo de Santa Cruz; que se salvara la playa". "Por lo tanto, esto puede ser mucho más sencillo, inclusive que como lo ve la fiscal", dijo aludiendo a la fiscal Anticorrupción, María Farnés.

El exalcalde negó que el motivo de la compra de las parcelas fuera "una motivación política para ganar votos". "Este argumento no se puede sostener porque es falso, y cualquiera que entendiera de política y estuviera en aquel momento sabía que no hacía falta".

Es más, incidió en que si existiera dicha motivación, tal y como sostiene la fiscal, no tendría sentido que la compra se aprobase por unanimidad por el Partido Socialista, Partido Popular y Coalición Canaria. "Ese argumento no tiene la más mínima consistencia", recalcó.

"Soy inocente y quiero acabar diciendo que creo que el resto de los encartados que están aquí conmigo también lo son. Nada más y muchas gracias", concluyó Zerolo.