En invierno, antes, durante y después de las navidades, Ámsterdam se viste de hielo y luz. Coinciden dos festivales que hacen que la capital holandesa luzca aún mejor. Son el Festival de la Luz y el Festival de Esculturas de Hielo.
Desde el pasado 1 de diciembre, Ámsterdam celebra la quinta edición de su popular Festival de la Luz. El centro de la ciudad es el escenario de este colorido espectáculo. Hasta el 22 de enero de 2017, sus calles y canales se llenan de esculturas lumínicas y proyecciones creadas por algunos de los más reconocidos artistas, diseñadores y arquitectos de todo el mundo. Este año se presentan 30 obras que conforman dos rutas principales: en barco y a pie.
La ruta en barco, conocida como ‘Water Colors’, ofrece una nueva perspectiva de la ciudad y su arquitectura bajo el lema ‘Una visión sobre Amsterdam’. Este tema ha dado lugar a obras impresionantes que mezclan la luz con el pasado y el futuro de la capital holandesa, reflejando infinitos colores sobre el agua de los canales.
El paseo a pie, ‘Illuminade’, este año está relacionado con el biomimetismo, el estudio de la lógica y las estructuras de la naturaleza para solucionar problemas humanos. Esculturas, luces y obras interactivas toman el barrio de Plantage, llenándolo de innovación y creatividad.
La otra cita es con el Festival de Esculturas de Hielo, uno de los eventos invernales más esperados de Holanda, que podrá visitarse hasta el 5 de febrero de 2017. Más de 40 escultores sobre hielo de todo el mundo trabajan con más de 250.000 kilos de hielo y otros 250.000 kilos de nieve para dar forma a este espectacular universo congelado.
En 'Viaje alrededor de un mundo congelado' (Journey through a frozen world), los visitantes pueden adentrarse en los cinco continentes a través de gigantescas esculturas de hielo que recrean diferentes monumentos y paisajes de todo el mundo. Desde las pirámides de Egipto a los animales de la Sabana africana, pasando por los vestigios de la cultura Maya de América Central o los modernos grafitis y canchas de baloncesto en Nueva York.
También hay oportunidad de visitar los dos polos, con sus pingüinos y osos polares, así como las espectaculares auroras boreales del Polo Norte. El viajero a este mundo congelado también conocerá el Lejano Oriente, con los templos de Japón y la cultura china, o lugares emblemáticos del continente europeo en su versión helada, como la torre de Pisa, el Big Ben o la Torre Eiffel.
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