El equipo de Gobierno del presidente Trump: banqueros, exgenerales y millonarios

Algunos de los polémicos fichajes de Trump para su Gobierno, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Rex Tillerson, Gary Cohn, James 'Perro loco' Mattis, Scott Pruitt, Rick Perry y Betsy DeVos.
Algunos de los polémicos fichajes de Trump para su Gobierno, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Rex Tillerson, Gary Cohn, James 'Perro loco' Mattis, Scott Pruitt, Rick Perry y Betsy DeVos.
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Algunos de los polémicos fichajes de Trump para su Gobierno, de izquierda a derecha y de arriba abajo: Rex Tillerson, Gary Cohn, James 'Perro loco' Mattis, Scott Pruitt, Rick Perry y Betsy DeVos.

El presidente electo de EE UU, Donald Trump, está terminando de perfilar el equipo que a partir del 20 de enero dirigirá uno de los países más poderosos del mundo. Un elenco repleto de generales retirados, ejecutivos millonarios de Wall Street y directivos de multinacionales que ya han levantado la polémica antes incluso de tomar posesión.

Rex W. Tillerson, un magnate del petróleo como secretario de Estado

El máximo ejecutivo de la petrolera estadounidense ExxonMobil ha sido designado por Trump como próximo secretario de Estado, una elección que tendrá que ser ratificada por el Senado, y no lo tiene nada fácil: sus relaciones con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y sus operaciones en ese país y en naciones de Oriente Medio al frente de ExxonMobil serán analizadas con lupa por los legisladores antes de aprobar su nombramiento.

De acuerdo con el diario The Washington Post, un creciente número de senadores republicanos se han mostrado reacios a confirmar a Tillerson, de 64 años y que lleva al frente de la principal petrolera estadounidense desde 2006. El caso de Tillerson puede representar además un conflicto de intereses importante en un puesto clave en la futura Administración de Donald Trump, que de por sí tiene que enfrentarse también a las suspicacias sobre sus propios negocios.

Las relaciones entre ExxonMobil y Rusia alcanzaron un punto culminante en 2011, con la firma de un acuerdo de explotación y producción de crudo con la petrolera estatal rusa Rosneft. Desde entonces ambas compañías han emprendido una decena de proyectos conjuntos en suelo ruso. De hecho, el Kremlin elogió a Tillerson como posible secretario de Estado y le definió como una persona "muy profesional".

Además, según The Wall Street Journal, Tillerson tiene un fondo de pensiones por valor de decenas de millones de dólares que podría verse afectado por las futuras acciones del Departamento de Estado.

Si recibe el visto bueno del Senado, Tillerson sería el primer titular de Exteriores de la historia moderna de EE UU que accede al cargo sin ninguna experiencia previa en el sector público, algo que no tiene precedentes al menos en el último siglo.

Perry, exgobernador de Texas, a la cartera de Energía

Trump ha optado por el exgobernador de Texas y antiguo aspirante a la Casa Blanca, Rick Perry, como su nuevo secretario de Energía. Perry, de 66 años, se presentó a las recientes primarias republicanas aunque se retiró prematuramente de la contienda por las malas perspectivas en las encuestas. Perry ofreció primero su apoyo al senador Ted Cruz y finalmente, cuando la victoria de Trump era inevitable, optó por el empresario neoyorquino.

Veterano de la Fuerza Aérea y gobernador de Texas durante algo más de 14 años (2000-2015), Perry también participó en las primarias republicanas de 2012, de las que salió escaldado tras un sonado fiasco. La campaña de Perry se fue a pique durante un debate con otros precandidatos republicanos en Michigan, cuando no fue capaz de nombrar uno de los tres departamentos que pretendía eliminar de ser elegido presidente. Irónicamente, del que se olvidó fue el Departamento de Energía, del que será secretario a partir del próximo 20 de enero.

Contrario al intervencionismo estatal, Perry convirtió Texas en los últimos años en un contrapoder frente a Washington, enfrentado constantemente a las iniciativas del presidente, Barack Obama, y con una postura cambiante en inmigración en un estado con un 40% de población hispana. Si en 2001 apoyó la "Texas Dream Act", una ley que permite a indocumentados el acceso a la Universidad en condiciones ventajosas, antes de dejar el cargo militarizó la frontera con México en una de las mayores crisis migratorias de los últimos años.

Perry también fue artífice del llamado 'milagro texano': regada por los altos precios del petróleo, la economía del estado de la estrella solitaria despuntó en creación de empleo y atracción de empresas mediante estímulos fiscales durante su gobierno.

Su gestión, sin embargo, quedó manchada por un proceso abierto en su contra por abuso de poder y coacciones por haber amenazado a una fiscal demócrata, que había sido sorprendida ebria al volante, con retirar una partida económica para su oficina si no renunciaba al puesto, unos cargos ya archivados.

John Kelly, un exgeneral al mando de la Seguridad Nacional

Trump anunció el pasado lunes su intención de poner al frente del Departamento de Seguridad Nacional a Kelly, un general retirado del cuerpo de Marines. Kelly fue además asistente de los antiguos secretarios de Defensa Robert Gates y Leon Panetta.

Hasta el pasado enero, Kelly fue el jefe militar del Comando Sur, encargado de las operaciones en América del Sur y Central. De 66 años y con casi medio siglo en la Infantería de Marina, alcanzó la culminación de su carrera militar durante el mandato del actual presidente de EE UU, Barack Obama. Fue el comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak durante 2008 y hasta comienzos de 2009, y en 2010 se convirtió en el militar de más alto rango que perdía a un vástago en el terreno de batalla, cuando su hijo Robert Michael Kelly falleció tras pisar una mina en Afganistán.

A falta de ser confirmado por el Senado, este exgeneral se pondrá el año que viene al frente del Departamento de Seguridad Nacional, creado tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y con una plantilla de un cuarto de millón de personas encargada de evitar atentados, controlar las fronteras y hacer cumplir las leyes migratorias.

James 'Perro loco' Mattis, un exmarine a cargo del Pentágono

El general retirado James Mattis, apodado 'Perro loco', ha sido elegido por Trump como secretario de Defensa. Mattis comandó las primeras tropas que invadieron Afganistán en 2001 e Irak en 2003 y cree que Irán es la principal amenaza para Oriente Medio. De hecho, su obstinación con ese país presuntamente le costó el puesto en 2013, cuando fue forzado a retirarse por tensiones con la Administración de Barack Obama.

Entre otros comentarios polémicos que se conocen de él, destaca el siquiente: "Uno va a Afganistán y se encuentra con tipos que han andado abofeteando a las mujeres durante cinco años porque no usan un velo (...). Tipos que han perdido toda la hombría. Y sí, es muy divertido dispararles. De hecho, es muy divertido combatir, es tremendo".

Una vez retirado, Mattis, de 66 años, declaró ante el Congreso que la estrategia de Obama de salir de la región había contribuido al empoderamiento del extremismo, unas opiniones que llamaron la atención del presidente electo Trump. Según el magnate republicano, Mattis es lo más parecido que existe al general George Patton, que lideró el avance estadounidense por Francia y después Alemania tras el desembarco de Normandía en la Segunda Guerra Mundial, y que la épica película Patton (1970) coronó como héroe.

El peliagudo asunto de colocar en puestos de responsabilidad a militares que se han retirado es especialmente delicado en el departamento de Defensa, donde la ley no permite nombrar a un jefe que haya abandonado las filas hace menos de siete años.

Para que Mattis, que en 2013 dejó la carrera militar tras pasar por el Comando Central, sea confirmado como jefe del Pentágono, el Congreso deberá aprobar una excepción a la ley, algo que no ocurre desde 1950. La última vez que un militar ocupó el cargo de secretario de Defensa fue en 1951, de la mano del general George Marshall, bajo la presidencia de Harry S. Truman.

Michael Flynn, un "islamófobo" como asesor de Seguridad Nacional

La nominación del general retirado Michael Flynn para el delicado puesto de asesor de Seguridad Nacional también ha levantado una polvareda de críticas, especialmente por sus posturas favorables a la tortura y sus pronunciamientos sobre el islam, religión que califica de "ideología política" y que llegó a comparar con un "cáncer maligno".

Flynn, de 57 años, se ha negado varias veces a descartar la propuesta de Trump para usar la tortura y otros crímenes de guerra. "Apoyo la idea de que la mejor manera es dejar el mayor número de opciones sobre la mesa hasta el último momento", aseguró Flynn en mayo.

Aunque se da la circunstancia de que es un demócrata registrado, en realidad se le considera un independiente con una ideología marcadamente reaccionaria, que ocasionalmente saca a relucir en su cuenta de Twitter, donde llegó a escribir que "el miedo a los musulmanes es algo completamente racional" y ha colaborado como contertulio en la cadena rusa Russia Today, asociada al Kremlin.

Mike Pompeo: un miembro del Tea Party en la CIA

El congresista republicano Mike Pompeo, de 52 años, será el nuevo director de la CIA del la Administración Trump. Pompeo es miembro declarado del movimiento antigubernamental Tea Party y ha servido al estado de Kansas en la Cámara de Representantes desde 2011, tras una larga experiencia militar como graduado de la Academia de West Point.

Pompeo es además miembro vitalicio de la Asociación Nacional del Rifle, opositor al cierre de la prisión de Guantánamo y ha acusado a los líderes musulmanes estadounidenses de ser "potenciales cómplices con su silencio" en los actos de terrorismo contra Estados Unidos.

Por encima de todo ello, destaca por su rol como miembro del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes que auditó a la entonces secretaria de Estado y rival de Trump, Hillary Clinton, por su presunta negligencia a la hora de defender las vidas de los residentes de la Embajada de EE UU en Bengasi (Libia) del ataque que costó la vida al máximo responsable diplomático en el país, Christopher Stevens.

Jeff Sessions, nuevo Fiscal General, acusado de "racista"

El senador por Alabama Jeff Sessions, próximo Fiscal General (secretario de Justicia) de EE UU, fue uno de los primeros congresistas en prestar su apoyo a Trump y ha sido presidente de su comité de seguridad nacional durante la campaña. El senador es uno de los más prominentes enemigos de la inmigración legal en Estados Unidos —"la principal fuente de la depreciación del trabajo en el país", escribió el año pasado en una columna de opinión en The Washington Post—, y su carrera como fiscal de Alabama ha estado plagada de acusaciones de racismo que Sessions siempre ha negado.

Sin embargo, dichas críticas acabaron costándole sus esfuerzos para ocupar un cargo como juez federal. Sus allegados testificaron que Sessions empleaba habitualmente la palabra "negraco" y había expresado su simpatía por el Ku Klux Klan "hasta que descubrió que fumaban porros", según fuentes consultadas por The New York Times.

Gary Cohn, de Goldman Sachs a dirigir la política económica

El presidente del grupo bancario Goldman Sachs, Gary Cohn, dirigirá el Consejo Económico Nacional, encargado de coordinar la política económica. "Como mi principal asesor económico, Cohn va a poner todo su talento como un exitoso hombre de negocios para trabajar por la gente de este país", indicó Trump en un comunicado.

Según Trump, Cohn "entiende completamente" la economía y usará sus vastos conocimientos y experiencia "para asegurar que los estadounidenses empiecen a ganar otra vez". El directivo de Goldman Sachs, grupo al que entró en 1990, se suma a otro hombre de ese banco de inversiones en ser reclutado para el futuro Gabinete, después de que Trump nombrara al exdirectivo de esa institución Steven Mnuchin como futuro secretario del Tesoro.

Entre sus funciones, Cohn, de 56 años, tendrá la responsabilidad de ayudar a designar y coordinar la agenda económica del presidente, "detener el éxodo de empleos al extranjero y crear muchas nuevas oportunidades para los estadounidenses en apuros", según describió Trump.

Steven Mnuchin, el "Forrest Gump de la crisis"

El banquero Steven Mnuchin, jefe financiero de la campaña de Trump y que trabajó para Goldman Sachs será secretario del Tesoro en el ejecutivo del magnate neoyorquino. Tras su paso por el mundo de la banca, Mnuchin, de 53 años, dio el salto a Hollywood, donde produjo filmes como Avatar, El francotirador y La LEGO película.

Sin embargo, Mnuchin ha sido muy criticado por dirigir OneWest, un banco californiano que ejecutó 36.000 hipotecas durante la crisis financiera en EE UU. Cuando él y sus socios vendieron el banco el año pasado, obtuvieron un beneficio de 1.500 millones de dólares.

En este sentido, Mnuchin fue bautizado como el "Forrest Gump de la crisis financiera" por la senadora demócrata Elizabeth Warren: "Se las arregló para tomar parte en todas las peores prácticas de Wall Street. Su nombramiento debería causar escalofríos a cada estadounidense que ha sido golpeado por la crisis", dijo Warren.

Wilbur Ross, un multimillonario en la cartera de Comercio

El multimillonario inversor Wilbur Ross, con intereses en el sector siderúrgico y minero y conocido por sus operaciones para reestructurar empresas fallidas, fue designado por Trump como su secretario de Comercio. Muy crítico con los acuerdos comerciales internacionales, Ross, de 78 años, es el fundador del fondo de inversión WL Ross & Co. y fue asesor económico de Trump durante la campaña electoral. Ross será el encargado de llevar la agresiva agenda dibujada por Trump en materia de comercio exterior, claramente proteccionista.

El inversor cuenta con una fortuna estimada de 2.900 millones de dólares, en gran parte lograda con negocios vinculados al sector siderúrgico y minero. En la década de 1990, Ross estuvo casado con Betsy McCaughey, quien ocupó el cargo de subgobernadora de Nueva York bajo el mandato del gobernador republicano George Pataki.

No obstante, su trayectoria empresarial cuenta con un importante tropiezo. En 2006, la empresa International Coal Group (ICG), filial de WL Ross & Co, fue demandada por negligencia tras la explosión de la mina Sago en Virginia Occidental, en la que fallecieron 12 mineros. La compañía fue acusada de no haber cumplido con los estándares de seguridad laboral necesarios. En 2011, las partes llegaron a un acuerdo para evitar el juicio, sin que los términos financieros fuesen revelados.

Andy Puzder, un CEO del 'fast food' contrario al alza del salario mínimo

La cartera de la Secretaría de Trabajo la ocupará el empresario Andy Puzder, máximo ejecutivo de la cadena de restaurantes CKE, que incluye las franquicias de Carl's Junior y Hardee's.

Puzder es conocido por oponerse a que se eleve el salario mínimo a nivel federal, situado actualmente en 7,25 dólares la hora. También declaró que quería invertir en automatización para sus restaurantes "porque los empleados están poniéndose caros". "Con el Gobierno elevando el costo de la mano de obra, va a disminuir el número de empleados. Veremos automatización no solo en aeropuertos y supermercados, también en restaurantes", dijo al medio especializado Bussines Insider.

Tampoco es políticamente correcto en lo que a publicidad se refiere: sus restaurantes suelen anunciarse con imágenes de chicas en biquini o ligeras de ropa y ante las quejas, dide: "Si la gente no se ofende, voy al departamento de marketing y les pido un anuncio más sexy".

Por si fuera poco, The New York Times apunta que Puzder es el secretario de Trabajo con menos experiencia en temas de Gobierno que cualquier secretario desde la década de 1980, cuando Ronald Reagan designó al ejecutivo de la construcción Raymond J. Donovan y cuya gestión estuvo marcada la flexibilización de las regulaciones.

Pruitt, un negacionista del cambio climático en Medioambiente

Scott Pruitt, 48 años, un escéptico del cambio climático y defensor de la industria de combustibles fósiles, es la paradójica elección de Trump para liderar la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés).

Pruitt, hasta ahora fiscal general del estado de Oklahoma —uno de los principales estados productores de petróleo y gas—, dejó claras sus prioridades al aceptar este cargo en un comunicado: "Los ciudadanos estadounidenses están cansados de ver miles de millones de dólares drenados de nuestra economía debido a innecesarias regulaciones de la EPA".

La paradoja va aún más lejos si se tiene en cuenta que Pruitt ha encabezado en los últimos años dos demandas contra la agencia medioambiental federal que Trump le ha asignado ahora dirigir, y se ha situado claramente del lado de la industria del petróleo y el gas. En ambos casos, lo ha hecho con el argumento de que el Gobierno federal se había sobrepasado a la hora de exigir a los estados que cumplieran con regulaciones de la EPA para controlar las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero.

Una opositora de los sindicatos de profesores, a Educación

Betsy DeVos, la próxima secretaria de de Educación es una defensora de que los padres puedan usar fondos públicos para llevar a sus hijos a escuelas privadas o religiosas. "Betsy DeVos es una brillante y apasionada defensora de la educación. Bajo su liderazgo reformaremos el sistema de educación de EE UU y romperemos la burocracia que está frenando a nuestros hijos para que puedan acceder a una educación de clase mundial y opciones de escuelas a todas las familias", valoró Trump al designarla.

DeVos, de 58 años, fue presidenta del Partido Republicano en Michigan y actualmente dirige la American Federation for Children, un grupo que propugna una mayor expansión de la opción que permite a los padres utilizar fondos públicos para llevar a sus hijos a escuelas de su preferencia, sean privadas o religiosas.

Es, asimismo, una frontal opositora de los sindicatos de profesores, que ha tildado de "un formidable enemigo". Por ello, el principal gremio de profesores, la National Education Association, criticó la designación en un comunicado en el que señaló que la nueva responsable del Departamento de Educación "ha trabajado más para socavar la educación pública que por los estudiantes".

La nueva secretaria de Educación es además una conocida recaudadora de fondos para el partido republicano y es parte de la familia propietaria de la empresa multinacional Amway. Su esposo, Dick DeVos, quien figura en la lista de la revista Forbes de las 100 personas más ricas de EE UU con una fortuna de 5.100 millones de dólares, compitió sin éxito por la gobernación de Michigan en 2006 como candidato republicano.

Junto a su marido, la próxima secretaria de Educación creó en 1989 la Fundación Dick & Betsy DeVos, cuyos objetivos son "el cultivo de liderazgo y acelerar la transformación en varias áreas clave: educación, comunidad, arte y justicia", de acuerdo a su página web.

Elaine Chao, una veterana del Gobierno de George W. Bush

Elaine Chao, elegida por Donald Trump para ser su secretaria de Transporte, cuenta con amplia experiencia en el gobierno ya que sirvió como encargada de Trabajo bajo el presidente George W. Bush y es además la esposa del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.

Chao, de 63 años, es la única miembro del gabinete ministerial que cumplió íntegramente los dos mandatos del presidente republicano Bush (2001-2009) como secretaria de Trabajo. Previamente, había ocupado el cargo de subsecretaria de Transporte con Bush padre, George H. W. Bush, entre 1989 y 1993, y había trabajado en la Administración de Ronald Reagan (1981-1989).

Nacida en Taiwán y llegada al país con apenas 8 años, Chao se convirtió en la primera asiática en formar parte del gobierno estadounidense, y durante la campaña electoral colaboró en el Consejo de Asesores Asiáticos y Pacíficos de Trump. Su padre fundó en Nueva York en 1964, poco después de obtener su título universitario en EEUU, Foremost Group, una compañía naviera global aún activa.

En 1993, contrajo matrimonio con el veterano senador por Kentucky Mitch McConnell, quien estará al cargo de la mayoría republicana en el Senado y será una de las piezas fundamentales para ayudar al presidente electo Trump a la hora de avanzar su agenda legislativa. Aunque no había mantenido un elevado perfil público desde que saliera del gobierno, Chao se ha mantenido activamente implicada en política como parte de las campañas de reelección de su esposo en el Senado.

McMahon, de la lucha libre a promocionar pequeñas empresas

Linda McMahon, empresaria de la lucha libre, será la próxima directora de la Administración de Pequeñas Empresas (SBA), un cargo con rango ministerial en el gobierno federal.

McMahon, de 68 años, es cofundadora de la exitosa empresa de lucha libre World Wrestling Entertainment (WWE), que tiene unos ingresos anuales de 600 millones de dólares a través de licencias televisivas, mercadotecnia o entradas, entre otros conceptos. Esta empresaria donó durante la campaña electoral 6 millones de dólares a un grupo de apoyo al candidato republicano. En 2010, McMahon compitió sin éxito por un escaño en el Senado por el estado de Connecticut.

La SBA, que cuenta con oficinas en todos los estados de EE UU, tiene un presupuesto de 710 millones de dólares anuales y 3.200 empleados, y su objetivo es promocionar y facilitar el trabajo de las pequeñas empresas en EE UU.

Price, un opositor del Obamacare como secretario de Salud

Price de 62 años, congresista por Georgia, será secretario de Salud y Servicios Humanos después de que Donald Trump tome posesión el próximo 20 de enero, y previsiblemente será la mano ejecutora de las promesas de Trump de desmantelar la reforma sanitaria de Obama —conocida como Obamacare—, uno de los baluartes del actual gobernante demócrata.

Con más de diez años a sus espaldas en el Legislativo, Price lidera actualmente el poderoso Comité de Presupuestos de la Cámara baja y se ha convertido en un aliado cercano del liderazgo del Partido Republicano.

Los votos que figuran en su expediente a lo largo de estos años arrojan un poco más de luz sobre sus convicciones. Por ejemplo, en 2011 votó a favor de prohibir la financiación de la radio nacional pública NPR, así como para cesar el Programa de Alivio Hipotecario de Emergencia, o derogar en lo posible diversas secciones de la reforma sanitaria. Price también apoyó reducir el gasto discrecional no relacionado con la seguridad nacional, reducir el gasto federal, y votó en contra de una resolución que obligaba al presidente a retirar las fuerzas estadounidenses de Irak. Entre sus posturas también destaca la oposición frontal al aborto o a la regulación de armas, y se opuso a una ley que pretendía prohibir la discriminación laboral por orientación sexual.

Sin experiencia ejecutiva, el legislador dirigirá un departamento, el de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés), que cuenta con un presupuesto de aproximadamente un billón de dólares, fundamentalmente destinados a financiar los programas de asistencia sanitaria conocidos como Medicare y Medicaid, que afectan a más de 100 millones de estadounidenses, ancianos o con bajos recursos.

Dan Coats, poco amigo de Rusia, dirigirá la inteligencia

Trump ha escogido al exsenador por Indiana Dan Coats para dirigir los servicios de inteligencia del país, uno de los puestos clave de su Gobierno. Coats será el máximo responsable de la Oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI, en inglés), la agencia creada por el entonces presidente, George W. Bush, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York.

Desde su nuevo cargo estará al mando de la llamada comunidad de inteligencia estadounidense, una federación de 16 agencias repletas de espías entre las que se incluyen la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).

El exsenador tendrá el complejo encargo de reconciliar a la comunidad de inteligencia con Trump, y a la viceversa, tras las numerosas críticas vertidas por el presidente electo contra estas agencias por las conclusiones a las llegaron sobre los presuntos ataques informáticos de origen ruso durante la campaña electoral.

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