Natural de Alonsotegi, su vida ha estado desde sus inicios vinculada a la mina, ya que "nació a 200 metros de una", según ha explicado Asecabi.

Su abuelo trabajó en una cantera y Urbieta Lemos realizó sus estudios en la Escuela de Ingenieros de Minas de Barakaldo, siendo la única mujer en su especialidad: Explotación de Minas. Realizó el proyecto de fin de carrera sobre voladuras, inició su andadura profesional en la Cantera Amantegui, fundada por León Amantegui Jauregui en 1927, y, desde entonces, ha estado vinculada a esta empresa.

Fue la primera facultativa en plantilla las ocho horas de jornada, y, tras casi una década colocando explosivos, apretando el detonador y practicando voladuras controladas en la cantera, Urbieta Lamos tuvo en accidente el 9 de noviembre del 2001, cuando, durante las operaciones de carga de una voladura recibió una descarga eléctrica que alcanzó su cuello y le traspasó el cuerpo hasta salir por el empeine del pie derecho. Tenía 33 años y estaba embarazada de cuatro meses.

Tras un proceso largo de recuperación, varias operaciones y diferentes injertos en la cabeza y en la pierna, consiguió volver a caminar y que su hijo Ekaitz (tormenta en euskera), naciera cinco meses después completamente sano. En la actualidad, Lourdes sigue trabajando en la misma empresa, Grupo Amantegui, realizando otro tipo de tareas.