Fue durante la identificación de los conductores cuando los agentes se percataron de que uno de los vehículos no tenía conductor, por lo que procedieron a su inspección, según ha trasladado la Jefatura en una nota.

La furgoneta tenía la puerta trasera abierta y en su interior ocultaba diez ejemplares de erizo moruno, especie protegida cuya venta está prohibida, por lo que se da aviso al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y al Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de las Exportaciones.

Los animales están incluidos en el catálogo del Comercio Internacional de Especies Amenazadas, por lo que fueron decomisados y trasladados a un centro especializado mientras se abrieron diligencias para descubrir a los autores de un presunto delito de tráfico ilegal de animales.