La Fundación Atapuerca ha decidido este lunes poner un límite en las visitas a los yacimientos y sus estructuras de apoyo, fijando el límite de 100.000 visitantes al año, según el director de la fundación, Eudald Carbonell.

Tras la reunión del Patronato de la Fundación, Carbonell ha reconocido que en este momento están en algo más de 62.000 visitantes al año, pero ha explicado que el número está creciendo en los últimos ejercicios y han decidido prevenir el momento en que el volumen de visitas pueda suponer una merma de su calidad.

En este sentido, ha recordado que la sierra de Atapuerca es un espacio al aire libre en el que hay al menos tres meses del año en el que es muy complicado realizar visitas, lo que hace que en el resto de meses se concentre el público, al que se intenta ofrecer cada vez más recorridos especializados por temáticas.

Uno de los proyectos que se ha tratado este lunes en la reunión del patronato se refiere a la especialización de las visitas, para lo que se pretende retomar un proyecto de paseo botánico y arqueobotánico que rodeará la Trinchera del ferrocarril hasta llegar a Cueva Mayor.

José María Bermúdez de Castro, miembro del patronato y codirector de Atapuerca, ha adelantado que su intención es que para 2017 esté terminado un puente que conectará ambas partes de la Trinchera del ferrocarril y la adecuación de una antigua cantera como espacio explicativo de la vegetación y fauna actual y prehistórica.

La Fundación Atapuerca espera cerrar el ejercicio de este año con superávit y este lunes ha aprobado un presupuesto de 1.450.000 euros para 2017, del que casi el 34 por ciento se destinará directamente al apoyo a la investigación y el 54 por ciento a difusión y didáctica.

Otro de los objetivos para 2017 es seguir avanzando en la internacionalización de Atapuerca con el recién lanzado Plan de Captación de Micromecenazgo y la participación en la Alliens of Hispanic Culture, Education and Science Foundation, de Nueva York, para atraer recursos de Estados Unidos.