Los hechos ocurrieron el miércoles pasado cuando la empleada de un supermercado estaba en su puesto de trabajo y recibió una llamada de alguien que decía ser policía y tenía su cartera, pidiéndole el número PIN de su tarjeta de crédito para proceder a su anulación. Tras comprobar que le faltaba la cartera, se dirigió a agentes policiales no uniformados destinados a la prevención de hurtos y robos en la zona comercial y les manifestó que no había hecho caso al requerimiento de la llamada y no había facilitado el número.

Los policías, una vez se entrevistaron con el resto de empleadas, pudieron confirmar que habían visto a un individuo de mediana edad, con cojera prominente y portando un bastón, salir de la zona del almacén que comunica con los vestuarios y el cual preguntaba por los servicios.

Con la descripción del individuo, los agentes patrullaron la zona centro en su búsqueda, pero fue una de las empleadas del supermercado que lo había visto, la que al terminar su jornada laboral se lo encontró

en la calle La Lila y llamó inmediatamente al 091.

Así, localizaron al individuo escondido en un portal y procedieron a

su detención, recuperando la tarjeta de crédito y el D.N.I. de la empleada víctima del robo tirados en el interior de una papelera próxima al lugar de la detención.

Por parte de la Brigada Provincial de Policía Judicial, se continua con las investigaciones policiales ante los indicios de que éste mismo individuo puede ser el autor de más hechos delictivos.