El arzobispo de Santiago pide no temer "una laicidad justa" y que el Obradoiro sea lugar de diálogo con los no creyentes

  • SANTIAGO DE COMPOSTELA, 12 (EUROPA PRESS)
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en un desayuno informativo
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en un desayuno informativo
EUROPA PRESS
El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, en un desayuno informativo

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha proclamado que las religiones "no pueden tener miedo de una laicidad justa y abierta", al tiempo que ha apelado a que la Praza do Obradoiro sea "el atrio de los gentiles" al que se abre la peregrinación jacobea, un lugar "donde creyentes y no creyentes se reencuentren y encuentren el camino del diálogo".

En un desayuno informativo organizado por 'Fórum Europa. Tribuna Galicia', Barrio ha subrayado el papel de Santiago como "meta de peregrinación" y encuentro de "tendencias culturales económicas y sociales". No en vano, ha incidido en el papel de la peregrinación como uno de "los fuertes elementos" de "comprensión mutua" entre los pueblos.

Presentado por el deán de la Catedral compostelana, Segundo Pérez, quien le ha definido como "un pastor" que hace "propuestas" y no como "un apologeta", Barrio ha reflexionado acerca del actual contexto social "en el que la confianza y la desconfianza se conjugan a la vez", con el entorno de un tipo de "religión civil" de culto "al líder".

A su juicio, en este "ritual parareligioso", ante la experiencia de la peregrinación, "la cuestión no es cómo la gente cree sino cómo la gente no cree con ese retorno silencioso al paganismo".

"Lo normal en el ser humano es creer en dios, de ahí a que la religión sea hoy el verdadero refugio de la rebeldía frente a los códigos morales no escritos en los que predomina el estilo de lo política, académica y progresistamente correcto", ha remarcado.

NO TEMER A LA "LAICIDAD JUSTA"

En un escenario de "pesadumbre colectiva", Barrio ha enfatizado la importancia de la peregrinación y ha apelado al diálogo entre los creyentes y quienes hoy "reconocen que no pertenecen a ninguna religión", pero también que "desean un nuevo mundo más pacífico y feliz".

"La cuestión de dios no es un peligro para la sociedad, no es un peligro para la vida humana y no debe estar fuera de los grandes interrogantes de nuestro tiempo", ha aseverado, antes de volver a enfatizar el papel de la peregrinación jacobea y rememorar cómo ésta se abre a "un gran atrio", el de la Praza do Obradoiro.

A su entender, éste es "el lugar simbólico más adecuado para dar un nuevo impulso al encuentro respetuoso y amistoso entre personas de convicciones diferentes". "La Praza do Obradoiro debe ser el atrio de los gentiles, un lugar simbólico donde los creyentes y los no creyentes se reencuentren y encuentren el camino del diálogo", ha aseverado.

No en vano, ha esgrimido que las religiones "no pueden tener miedo de una laicidad justa y abierta" que permita a cada quien "vivir en lo que cree de acuerdo con su conciencia".

RELACIÓN CON EL GOBIERNO LOCAL

En el posterior coloquio, ha incidido en la misma idea conciliadora al ser preguntado por la relación con el Gobierno local de Santiago, que dirige Martiño Noriega, de Compostela Aberta, defensor de la laicidad en las instituciones y presente en el desayuno, entre otras autoridades como el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices.

"Nuestra preocupación tiene que ser el respeto a la conciencia de las distintas personas que formamos el ámbito social. Una cosa es lo que sería mi propio gusto y otra, la comprensión que la Iglesia ha de tener con las personas que conforman nuestra realidad social", ha resumido el arzobispo.

CRISTIANISMO "CONSUSTANCIAL"

Al margen, en su intervención ha subrayado que el "encuentro entre la realidad de la fe y la razón" es lo que permite que "el ser humano se encuentre a sí mismo", al tiempo que ha reivindicado "una unidad que será "duradera y provechosa" si está asentada "sobre los valores humanos y cristianos" de "la dignidad, el espíritu de la libertad, el amor a la familia, respeto a la vida, tolerancia y deseo de amor y paz".

Así se caminará, ha subrayado, hacia "la Europa unida del tercer milenio". Igualmente, "ante la crisis de las ideologías", ha remarcado que no se puede "olvidar" que a Europa le es "consustancial el ser cristiano".

"Un europeo puede no creer en la verdad de la fe cristiana, pero todo lo que hace y dice proviene de la herencia de la cultura cristiana", ha defendido.

AUMENTO DE LAS PEREGRINACIONES

Asimismo, ha insistido en el papel de la peregrinación jacobea y cómo la Iglesia compostelana "sale al encuentro de todos los peregrinos, creyentes y no creyentes, en el atrio de los gentiles", convencido de que ésta debe "seguir siendo compañero de viaje de la humanidad" y de que el fenómeno jacobeo es "una llamada a la esperanza cristiana" que ha de "resonar" desde la Praza do Obradoiro.

Preguntado por el incremento de las peregrinaciones en los últimos años, a la espera del próximo Año Santo de 2021, ha incidido en su reflexión de que éste "pone de relieve" que la visita a la tumba del Apóstol puede "sacar lo mejor" de uno y que hay "muchas personas necesitadas de que se les ayude a sacar lo mejor que tienen dentro".

Preguntado acerca de si ha invitado al papa Francisco a acudir a Santiago, ha respondido que "sí", pero no ha podido concretar si visitará o no la capital gallega porque "no depende" de él. En todo caso, ha recordado que "en poco tiempo" se han producido "varias visitas" de papas a diócesis gallegas.

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