Piden ser trasladados a la península, porque no quieren ser expulsados de España

  • Unos 50 indios se concentraron frente a la Delegación del Gobierno.
  • Viven con el miedo de sufrir una inminente deportación a la India.
  • Vendieron todo para buscar en España un trabajo y una vida mejor.
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Unos cincuenta inmigrantes se concentraron frente a la Delegación.
Unos cincuenta inmigrantes se concentraron frente a la Delegación.
ÁNGEL DE JESÚS
Unos cincuenta inmigrantes se concentraron frente a la Delegación.

"Hemos pasado dos años de nuestra vida en España, mucho tiempo, y ahora nos quieren mandar otra vez a nuestro país". Así se lamentaba uno de los alrededor de 50 inmigrantes indios del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que se concentraron ayer frente a la Delegación del Gobierno de Melilla y solicitaron una cita con el delegado para pedir su traslado a la península y dejar de sentir inseguridad ante una repatriación. Hace seis meses ya pidieron, sin éxito, una reunión. "No, nos llaman, no quieren hablar con nosotros y la Policía no nos deja entrar, ¿por qué, porque somos extranjeros?", se quejó.

Aunque solo se concentraron unos 50, son más de 200 los que se encuentran en esta situación, "que no han venido por miedo". Todos han aprendido español y han recibido formación de carpintería y jardinería en varios cursos para una posible salida profesional, pero ahora se encuentran con que no pueden dormir, por miedo a ser expulsados. "Nos dormimos a las dos y nos despertamos a las cinco de la mañana y no hacemos otra cosa que comer y dormir", aseguró este inmigrante.

Trato de favor

Se quejan de que "los africanos, los nigerianos, cuando salen, lo hacen con papeles" y se van a ala península dos meses después de llegar a Melilla. "Tienen un trato de favor que nosotros no", protestó el portavoz de los concentrados, a la par que dijo que quieren "un futuro brillante, no una vida muy difícil en nuestro país, no perder todo". El pasado mes, 26 de sus compatriotas fueron deportados y en 2006 la cifra ascendió a 80, según detalló.

"Queremos un futuro brillante, no una vida muy difícil en nuestro país"

Hace tiempo que se deshicieron de lo que tenían en sus lugares de procedencia para emplear el dinero en venir a España, por lo que, si les obligasen a volver allí, se encontrarían con que no tendrían nada y tampoco trabajo. "Todo el mundo vende lo que tienen para salir y poder ganar dinero para mantener a sus familias y vivir", apuntó.

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