Cartagena crece mucho por la periferia y las necesidades de su población también. Por eso, el Ayuntamiento aprobó ayer la ampliación del contrato con la empresa de limpieza Lhicarsa.

La ampliación supone, según el jefe de servicio de la compañía, Nicolás López, que habrá barrenderos una vez a la semana en todos los barrios y diputaciones, cuando en las más alejadas, como Los Nietos o Los Urrutias, la frecuencia era de una vez cada 15 días o menos.

La renovación, que incluye una inversión de 5,5 millones de euros, contempla la compra de 36 vehículos.

En qué se invierte

Papeleras: Instalarán 1.000 nuevas.

Contenedores: Se colocarán unos 1.300 (400 de papel, 400 de envases y unos 500 de residuos orgánicos).

Camiones: Han comprado 19, seis de ellos de carga lateral (más modernos) y dos estrechos, para el casco antiguo.

Barredoras: Se han adquirido ocho.

Fregadoras: El Ayuntamiento compra cuatro nuevas.

Aspiradoras: Se han comprado tres.

Cuba de riego: Una nueva en la flota.

Hidrolimpiadora: Es una novedosa máquina para limpiar pintadas de las paredes.

Plantilla: Se amplía en 15 personas, todas para tareas de limpieza, que tendrán 144 trabajadores; 110 se dedican a la recogida de basuras.

Los vecinos quieren más control

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca (Favcac) ha pedido una reunión con el concejal de Vía Pública y Servicios, Enrique Pérez Abellán, para conocer en detalle cómo se van a aplicar las mejoras en el servicio de limpieza. Leandro Sánchez, presidente de la Favcac, asegura que van a preguntar cómo va a controlar el Ayuntamiento el cumplimiento de las condiciones del contrato. La Federación se queja de que los barrios y las diputaciones son las peor paradas en el servicio de limpieza y recogida de residuos. Además, quieren que les aseguren que no subirá el impuesto de basuras.

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