La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller alemana, Angela Merkel, se plantea aprobar un endurecimiento de la política de asilo en el congreso federal que se cerrará este miércoles en Essen, al oeste de Alemania, preparatorio para la campaña de las elecciones generales del próximo septiembre de 2017.

La canciller, al frente del partido desde el año 2000 y en el poder desde 2005, fue reelegida ayer como lideresa de la formación con un 89,5% de votos, un porcentaje inferior al obtenido dos años atrás (96,7%). El Ministro del Interior, Thomas de Mazière, quitó hierro al descenso, que calificó de "moderado y sincero" en tanto que refleja las diferentes corrientes internas del partido.

Antes de someterse a la votación, Merkel se dirigió a sus filas para pedirles apoyo y unidad. "Necesito vuestra ayuda. Está en nuestra mano lograr el futuro que anhelamos para nuestro país", señaló. Para ello necesitará lograr la cohesión dentro de su partido y el apoyo de su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU).

Tras la ratificación de Merkel los delegados reanudarán hoy miércoles sus discusiones, centradas en los contenidos con los que la canciller buscará su reelección. Los temas principales a debate son la ley de asilo, la relación con Turquía como país clave para el objetivo de reducción de la llegada de refugiados a la Unión Europea y la prohibición del burka y velos islámicos integrales en espacios públicos, entre otros asuntos.

El secretario general del partido, Peter Tauber, ha condensado varias de estas propuestas en una moción consensuada entre la cúpula de la CDU denominada "Orientación en tiempos difíciles". La propuesta incluye el rechazo a la subida de impuestos en caso de que Merkel gane las elecciones y algunas de las ideas planteadas por el Ministro del Interior del "Land" de Baden-Württemberg, Thomas Strobl, representante del ala más derechista de la CDU y partidario de un claro endurecimiento de la política migatoria.